España en verano se llena de fiestaschapuzones y todo tipo de actividades estimulantes, pero los meses de calor traen otras muchas costumbres. Son cosas que hacemos solo en verano, ya sea para combatir el calor, pasarlo bien o simplemente sobrevivir a estos meses tan especiales. Aquí va una lista con varias de las cosas típicas de nuestros veranos.
Cosas que todos los españoles hacemos en verano
Evitar las horas centrales del día
Tradicionalmente, entre el final de la mañana y el atardecer no se veía a nadie por las calles, sobre todo en las localidades pequeñas. La siesta es casi obligada y nadie en su sano juicio sale de casa antes de que pase el pico de calor. Incluso los comercios se adaptan a este esquema y antes era costumbre que muchas tiendas no abrirían hasta avanzada la tarde. Mucho de eso nos queda todavía y muy importante tiene que ser una cita para sacarnos de casa, por ejemplo, a las tres de la tarde.
Bajar persianas durante el día
Partimos de que el propio uso de persianas es algo muy característico de nuestro país. Es cruzar la frontera y comprobar cómo las persianas desaparecen para dar lugar a otras soluciones. Pero lo que es un clásico de verano es bajarlas durante el día para que no entre el sol ni aumente el calor. La sombra es nuestra mayor aliadatanto en el exterior como dentro de casa, así que nada de subir persianas hasta que caiga la noche.
Abanicarse
El abanico sigue siendo uno de los accesorios estrella de cada verano. En España ha habido todo un lenguaje contenido en estos objetos tan cotidianos y sin embargo tan elaborados a veces, e incluso algunos pueblos han destacado en la elaboración artesanal de abanicos, como Aldaia, hasta convertirse en emblemas locales. Allí donde apriete el calor, enseguida veremos el vaivén airoso de un abanico o, en su defecto, de cualquier objeto capaz de mover un poco de aire.
Tomar el fresco
En las ciudades ya es una rareza, pero los pueblos de toda España mantiene esta costumbre que mezcla el confort climático con la vida social y consiste en algo tan simple como sacar unas sillas a la calle y charlar con el vecindario. La noche es a menudo el mejor momento para un poco de conversación en el espacio público, y de paso se puede saludar a los viandantes y ponerse al día de cualquier noticia que haya acaecido.
Bañarse en el río
España tiene innumerables lugares para bañarse en el interiory el verano es con diferencia la época idónea para hacerlo. Pozas, embalses y piscinas naturales se llenan de gente llegada de cerca o de lejos, todos con ganas de un chapuzón en aguas que suelen ser limpias y transparentes, una verdadera delicia que nuestra geografía ofrece con generosidad.
Vivir las fiestas de los pueblos
El verano invita a la fiesta y es, además, la temporada alta de fiestas patronales y eventos de todo tipo a lo largo y ancho de nuestro mapa. Por eso, en verano es un clásico recorrer cada fin de semana las localidades vecinas en función de sus calendarios festivos.
Verbenas, vaquillas, folclore y juegos tradicionales. llenan los meses estivales de animación y bullicio, así que son la ocasión perfecta para recorrer nuestras comarcas y fomentar vínculos con municipios vecinos.
Tomarse un tinto de verano
Pocos productos tan nuestros y de tan buena calidad como el vino tinto. Puede que no sea la bebida que más apetece con el calor, pero a todo le hemos encontrado solución. El tinto de verano, tan sencillo como añadirle gaseosa al vino, llega cada año con el calor para hacernos estos meses más llevaderos. Pero no está solo: son varias las Bebidas estrella de la temporada, como la cerveza con limón, la sangría y otras muchas combinaciones refrescantes.
Veraneando en el pueblo
En España somos legión quienes «tenemos pueblo». Es decir, cualquiera que tenga un vínculo familiar con alguna localidad que no es la suya, habitualmente en alguna zona ruralPor eso, cada verano son millas quienes surcan las carreteras de españa de camino al pueblo para reencontrarse con familiares y, de paso, con un entorno totalmente distinto al habitual. Es momento entonces de explorar los tesoros de otras comunidades, su patrimonio, sus costumbres quizás algo diferentes y el sabor de la vida en el campo.
Llevarse la nevera a la playa
Para mucha gente todavía, la Playa (también las de interior) es un lugar donde se va a pasar el día. Para ello, es importante que no falte de nada y, sobre todo, que no falte comida ni bebida. Las clásicas neveras de camping son todavía una institución en España en verano y de ellas salen magníficas tortillas de patatas y frescas latas de bebidas. Las acompañan unas prácticas sillas plegables, sombrillas, raquetas y todo tipo de menaje sin el cual el verano sería menos verano.
Contemplar la lluvia de estrellas
Aire libre, cielos despejados y ausencia de contaminación lumínica. en verano es más fácil que nunca toparse con alguna estrella fugaz o, aún mejor, disfrutar del espectáculo de toda una lluvia de estrellasque en verano son más abundantes.
Lágrimas de San Lorenzo (o perseidas) y otros episodios similares añaden magia a las noches veraniegas, y son muchas las zonas de España idóneas para admirarlosEn nuestro país hay varios observatorios inmejorablespero cualquier área poco poblada nos garantizará ese acontecimiento insuperable.
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Autor: Fran Agudo
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