En España existen diferentes paisajes costeros bañados por el mar Mediterráneo, el Cantábrico el océano Atlántico; playas para todos los gustos y para distintas épocas del año. En muchas de ellas, bañarse en el mar no es lo más importante porque ofrecen muchas otras posibilidades. Aquí van seis joyas costeras cuyo encanto va más allá del típico día de playa.
Playas que lo tienen todo
Playa de Poo
Esta playa en el concejo de Llanes es el mejor destino para disfrutar de un paisaje único en Asturias. casi Parece una piscina natural de poca profundidad. y se encuentra en la desembocadura de un pequeño arroyo llamado Vallina. Da igual que el tiempo no acompaña para bañarse; no será necesario para que sea un buen día.
Desde aquí se observan los acantilados y es posible emprender rutas que atravesarán los rincones más impresionantes de la zona. Y aunque se puede llegar hasta aquí en coche, lo mejor es disfrutar del camino a pie desde Poo. Un enclave idílico para disfrutar de un día de desconexión en la naturaleza.
Cala Mármols
Mallorca es una de esas islas con playas y calas de todo tipo. Y entre ellas, destaca Cala Mármols, un lugar ideal para visitar en cualquier época del año. De hecho, es incluso mejor hacerlo en temporada baja para aprovechar al máximo la visita a la isla. En Mallorca se puede disfrutar de un tiempo agradable no solo en verano y, además, el ambiente es más tranquilo en estas épocas.
Solo hay dos maneras de llegar a la cala: en barco o bordeando la costa a pie a través de dos rutas posibles de lo más tranquilo. Se trata de una espectacular playa de arena virgen que hará que el camino merezca la pena.
Playa de Lagoelas
Si se quiere disfrutar de una zona casi desértica entre el mar y la montaña, esta playa en Pontevedra no puede faltar. En plena ría de Aldán aparece esta cala recóndita entre rocas, arena y vegetación, un lugar para centrados en el sonido de las olas, del viento y de la naturaleza. que lo rodea.
Un camino desde la playa de Menduíña conduce a esta zona ideal para practicar. senderismo y ciclismo o deportes acuáticos como windsurf y piragüismo. Aquí nadie se aburre y no hace falta darse cuenta de un baño para que el día sea excelente. Sin duda, se trata de una de las playas más bonitas de toda Galicia ubicado en un lugar único.
Playa del Inglés
La Gomera es una isla para perderse y descubrir todo tipo de playas y de calas escondidas e imponentes. Es un destino ideal para cualquier mes del año y, aunque sus aguas no son especialmente tranquilas, no es necesario bañarse para aprovechar el día en sus playas. La Playa del Inglés es uno de los mejores ejemplosun pequeño paraíso rodeado de minas cuyo encanto reside, principalmente, en su característica arena negra. Todo ello la convierte en un sitio espectacular y en una de las mejores playas no urbanas de toda la isla.
Situada en el bonito municipio de Valle del Gran Rey, donde la tierra y el mar se entremezclan, la Playa del Inglés es un entorno muy relajante caracterizado por sus bonitas vistas no solo del infinito océano, sino también de las impresionantes montañas.
Cala de Aiguablava
Al norte de la Costa Brava se encuentra esta cala entre acantilados, un buen sitio para desconectar y disfrutar más allá de un baño en el mar en cualquier época del año. Aiguablava es perfecta para pasear en barco o leer un buen libro en la arena.
Sus aguas turquesas, su tranquilidad y su fascinante entorno son sus mayores encantos. Esta es probablemente la playa más paradisíaca de Girona y una de las más bonitas y plácidas de la Costa Brava. Un auténtico oasis costero de paz que no puede faltar en esta lista.
Cala Barranco de Maro
La cala Barranco de Maro es una pequeña joya de apenas 20 metros de longitud. Su bello paisaje invita a pasear y perderse en él.pero también apetece recostarse sobre la toalla y disfrutar de un entorno natural único rodeado de vegetación.
Acceder a este paraíso no es fácil, y precisamente por eso se trata de una de las playas más tranquilas de Málaga. Esta cala es solo para personas con ganas de aventura y de pasarlo bien incluso antes de llegar a la propia playa.
Autor: Paloma Escudero
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