La antigua Roma sigue inspirando verdadera pasión y admiración en la actualidad. Su influencia está en la base misma de nuestro idioma, pero se extiende mucho más allá. La parte más monumental de ese legado la encontramos en las imponentes construcciones que han resistido el paso de los siglos. Y, entre ellas, los anfiteatros son una de las muestras más soberbias de la sabiduría romana y de la pasión de esa civilización por los grandes espectáculos.
Los anfiteatros romanos más impresionantes de España
1. Mérida
Enclavado en la histórica ciudad de Augusta Emerita, el anfiteatro de la actual Mérida forma parte de un sensacional conjunto arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad. Junto con el famoso teatroformaba la zona donde los habitantes de la capital lusitana disfrutaban de los grandiosos espectáculos romanos. Entrar en él es viajar al año 8 a. C., fecha en que se inauguró.
Esta gran elipse, con un eje máximo de 126 metros, podía acoger a 14 000 personas, y en ella tenían lugar las terribles luchas entre gladiadores, fieras o cualquier combinación de ambos. La monumentalidad impregna cada parte del anfiteatro, como demuestran las 16 puertas de su fachada, y casi podemos sentir vibrar el aire como en aquellas exhibiciones despiadadas.
2. Tárraco
Asomado al azul profundo del Mediterráneo, el anfiteatro de tarragona combina como pocas historia y belleza natural. Su localización junto al mar añade un dramatismo que corta el aliento. Hoy, pasear por sus ruinas con el rumor de las olas de fondo casi permite oír el rugido del público, mezclado con la brisa. Estamos en el asentamiento romano más antiguo de la Península Ibérica, y eso siempre impone respeto.
Construido en el siglo II d. C., no solo fue testigo de luchas épicas, sino que albergó también martirios cristianos, como el de San Fructuoso, uno de los primeros mártires del cristianismo hispano. Precisamente en recuerdo de estas figuras se construiría una basílica en el centro tiempo despuésque añade otra capa de significado a un monumento inagotable.
3. Itálica
En el corazón de itálicacuna de emperadores como Trajano y Adriano, se encuentra uno de los anfiteatros más grandes del Imperio romano, con una sorprendente capacidad de hasta 25.000 espectadores. El tamaño impresionante, unido al intrincado sistema subterráneo donde se preparaban las actuaciones, da idea de la magnificencia de una ciudad que llegó a rivalizar con Roma.
Visitar Itálica, ubicada en la actual Santiponce, en la provincia de Sevillaes como caminar entre sombras que nos susurran historias de poder y gloria. Especialmente si se visita al atardecer, se tiene la certeza de estar en uno de los anfiteatros más bonitos de España, y también de los más antiguos, puesto que se remonta al año 206 antes de nuestra era.
4. Cartagena
aunque cartagena es uno de los principales tesoros para los amantes de la arqueología y la historia antigua, su anfiteatro es todavía menos conocido que otros. Sin embargo, sigue emergiendo poco a poco de entre las arenas del tiempo. El hecho de estar integrado con la plaza de toros, muy posteriorno ha conseguido sumirlo en el olvido.
El anfiteatro de Cartagena fue admirado desde antiguo por su grandeza y su solidez, y desde poetas andalusíes hasta viajeros del XVIII se hicieron eco de este portento. Sus restos son todavía un organismo vivo, que emerge poco a poco en una ciudad que fue un hervidero cultural y comercial. Las excavaciones siguen su curso, pero la singular fusión de épocas que representa este monumento ya merece una visita.
5. Segóbriga
Uno de los mayores tesoros arqueológicos de los tiempos antiguos lo tenemos en la provincia de Cuenca. Allí, en el pequeño municipio de Saelices, quedan los fabulosos restos de lo que fue la ciudad romana de Segóbriga, parte de la Hispania Citerior Tarraconensis. En esta ciudad, que llegó a ser municipio romano en la época de Augusto, la mayor construcción de la época fue sin duda su anfiteatro.
Lo primero que llama la atención del anfiteatro de Segóbriga es su buena conservación. A pesar de un expolio parcial, el hecho de haber sido utilizado como granero y corral de animales Durante mucho tiempo ha permitido que llegue al presente perfectamente reconocible y fotogénico, como un túnel del tiempo en medio de los amplios campos que lo rodean.
6. Carmona
carmonaen la provincia de Sevilla, cuenta entre su increíble patrimonio cultural con los restos de un anfiteatro del siglo primero a. C., situado a las afueras del núcleo urbano, junto a lo que fueron la necrópolis y la vía Augusta. Carmona fue en la Antigüedad asentamiento de enormes ejércitosy el anfiteatro era el mejor entretenimiento para los soldados, que se exaltaban con los combates de fieras y gladiadores.
Lo que vemos hoy es apenas la base de la construcción, asentada en la roca, sobre la cual se alzaba también un graderío de grandes dimensiones. Lo que hace especial a este anfiteatro son los canales por los que se movían las grandes cuerdas de las jaulasasí como los agujeros de los postes en el suelo, los cuartos de las armas y hasta una estancia en que los luchadores se encomendaban a las divinidades, antes de saltar a la arena a pelear por su vida.
7. Ampurias
Aunque apenas queda el contorno de lo que fue, el de Ampurias (Girona) merece estar entre los más bellos anfiteatros de España. El motivo es el escenario que lo rodea, como un jardín arqueológico en plena Costa Brava. Es, además, la única construcción dedicada al espectáculo en este yacimiento, uno de los más encantadores y ricos.
Como sabemos, la colonia griega de Emporion dejó paso a la romana, y los restos de ambas forman hoy un conjunto imprescindible para comprender los primeros contactos de las grandes civilizaciones antiguas con nuestra península. El hechizante paisaje costero se encarga de poner una nota inolvidable.
Autor: Fran Agudo
Fuente de contenido