Como gran parte de España, Castilla-La Mancha se fue repoblando a medida que los reinos cristianos expandían su dominio por la península. La Edad Media fue el tiempo de los castillos, las órdenes militares y el esplendor de la arquitectura religiosa, pero también del nacimiento de gran número de pueblos. Estos son algunos de los pueblos medievales de Castilla-La Mancha más destacables.
Los pueblos medievales de Castilla-La Mancha: un viaje en el tiempo
Jorquera
Encaramado sobre el cañón del río Júcar, Jorquera sorprende desde el primer momento por su aspecto. El casco urbano, asentado sobre La hoz del ríoes una atalaya inmejorable, y nos lleva a una época en la que era importante tener un ojo puesto en quien pudiera acercarse.
Esa preocupación por la defensa en aquellos tiempos azarosos queda patente en la admirable fortaleza de la localidaduna de Las más bonitas de Albacete, que conserva varios recintos que la defendían. Cuenta con una zona cristiana, en torno a la Torre de Doña Blanca, y otra en lo alto que se remonta a la época almohade.
Belmonte
El pintoresco Belmonte conserva todavía las murallas que han guardado celosamente durante siglos los tesoros de este pueblo. Sus puertas permiten descubrir una localidad que ha sido escenario de varias películascomo el Cid. La gótica Colegiata de San Bartolomé, el Palacio de Buenavista, el Convento de los Jesuitas o la Casa de Comedias nos hablan de la esplendorosa historia del pueblo.
Pero la joya más vistosa es sin duda el Castillo, una fortaleza medieval que pertenece desde el siglo XV a la misma familia. Su forma pentagonal, su elegante muralla y los añadidos neogóticos hacen de él un monumento llamativo y sugerente.
Consuegra
Al casarse con la princesa musulmana Zaida, el rey Alfonso VI recibió como parte de su dote el soberbio castillo de Consuegra, que luego se cobrarían los almorávides. Tras varios cambios de manos, el castillo ha permanecido como el mejor conservado de Castilla-La Mancha y un emblema del pueblo junto a los quijotescos molinos de viento de la localidad.
Este pueblo asentado en mitad de la llanura manchega rezuma historia, y las tradiciones que arrancan en la Edad Media reciben un homenaje con el festival Consuegra Medievalque nos lleva cada mes de agosto hacia aquella época heroica.
Palazuelos
Palazuelos es hoy una pedanía de Sigüenzaen Guadalajara, pero su noble pasado como villa independiente Queda manifiesto en la picota de la espaciosa plaza, donde se impartía justicia. Las armas de los Mendoza dan la bienvenida al pueblo, y la enigmática Princesa de Éboli Tuvo aquí dominios de su propiedad.
Lo admirable de Palazuelos es que tiene su muralla casi entera, un típico entramado medieval de calles y un castillo de extraordinaria belleza. Entrar en la pequeña villa amurallada es una experiencia de intenso sabor medieval, con las torres cilíndricas que protegen el contorno y la gran torre del homenaje como testigo de la historia.
Oropesa
Otro de los mejores pueblos medievales de Castilla-La Mancha es Oropesa, de los más vistosos de Toledo. De la época musulmana quedan dos torres albarranas, de las que parte la muralla que abrazaba el zoco y la mezquita. Ya en manos cristianas toma forma el Castillo nuevo, que hoy se alza con presencia imponente.
Las propias calles de Oropesa Conservan buena parte de ese encanto de siglos, como se aprecia en el “Pasadizo”, un tramo con grandes arcadas que nos hablan de tiempos lejanos. Aquí y allá aparecen ojivas góticas, torres que apuntan al cielo, espadañas y palacios. No puede sorprender que en abril se celebren unas Jornadas Medievales, con torneos a caballo, exhibiciones, pasacalles y un sinfín de actuaciones.
Cañete
En mitad de la Serranía de Cuenca, Cañete ostenta altivo los importantes restos de sus fortificaciones, tanto el castillo como los largos brazos de la muralla. El postigo y la picota son símbolos de la villaque mencionan las Cantigas de Alfonso X y fue cuna del Condestable Álvaro de Luna.
Como tierra de frontera, la zona tuvo una historia agitada durante siglos. Las murallas del siglo X ya nos hablan del enfrentamiento del adalid local con el poder de Córdoba. Luego, la cercanía de los reinos de Aragón y Valencia tampoco ayudó a la calma, e incluso hubo enfrentamientos con algún pueblo vecino. Hoy, por el contrario, las calles respiran una paz que invita a pasear.
Ayer
En plena Sierra del Segura, rodeada por un paisaje de inusitada belleza, Ayer se erige como un pueblo monumental y fotogénico. Encaramado en un zócalo rocoso, el Castillo de Yeste es la joya de la localidadmezcla de estilo andalusí y gótico, ya su gallarda figura ayuda a la excelente conservación de la que goza.
En el patio de armas de la fortaleza hay un Centro de Interpretación Medieval, de gran interés para conocer el pasado de esta zona fronteriza. En el gran patio con columnas, además, se representan a menudo obras de teatro, conciertos de música medieval y otros actos que dan fe de la animada vida cultural de Yeste.
Atienza
Aunque actualmente cuenta solo con unos pocos centenares de habitantes, el título de villa que ostenta Atienza Nos da una idea de su pasado ilustrado. El Cid la llamó «peña muy fuerte» a su paso, Alfonso VII le concedió fuero y durante años fue cabeza visible de un amplio territorio. Las calles mantienen huellas bien visibles de aquel tiempo, como el Arco de Arrebatacapas o, más a las afueras, varias iglesias románticas.
Con todo, aquí también está el Castillo la gran presencia medieval, enhiesto sobre un espolón de roca. Su admirable patrimonio arquitectónico.así como la autenticidad de su paisaje urbano, hacen de Atienza uno de esos pueblos medievales de Castilla-La Mancha que merece la pena visitar al menos una vez en la vida.
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Autor: Fran Agudo
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