Relojes, calendarios y teléfonos que nos recuerdan los eventos importantes. Hoy en día es fácil ubicarse en el tiempo, pero, antiguamente, esta tarea resultaba mucho más complicada. Para ello, había que mirar al cielo y tener en cuenta la posición de las estrellas, los planetas, las constelaciones, el sol, la luna… Incluso antes de inventar estos complejos sistemas de medición de tiempo, ya existían formas más sencillas de hacerlo. Un buen ejemplo yace en las Islas Canarias.
El Risco Caído, un yacimiento muy especial
playas volcánicas, pueblos pintorescos y acogedores, valles y montañas cuyos colores contrastan con el azul de las aguas cercanas… En cada rincón de las Islas Canarias se esconden auténticos tesoros, pero hay uno muy especial que ha sido de gran utilidad desde tiempos remotos. Tales son su belleza y su trascendencia que la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad.
En el noroeste de grancanariaen el municipio de Artenara, se encuentra el Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas, un antiguo yacimiento arqueológico muy antiguo de una extensión de 18 000 hectáreas. En el Barranco Hondo, localizado a 100 metros de altura, se excavaron 21 cuevas hace millas de años.
A estos espacios se les atribuyen usos distintos, pero lo más probable es que sirvieran, principalmente, como residencias y lugares de culto para los pueblos que habitaban la zona. Está claro que su antiguo origen y su curioso aspecto son suficientes motivos para apreciar el valor del Risco Caído. Sin embargo, una de estas cavidades destaca por otra razón: servía de calendario.
Solo un vistazo a esta cuevala cueva 6, es suficiente para percatarse de que tiene algo especial: un haz de luz atraviesa el espacio e ilumina la pared contraria. Este fenómeno solo tiene lugar desde el inicio del verano hasta el primer día de otoño. Los juegos de luces y sombras y su trayectoria permitían establecer un calendario. que ayudaba a los habitantes locales a elegir el momento propicio para plantar los cultivos.
En las paredes de la cueva 6 se observan figuras triangulares excavadas en la roca, un símbolo que se ha relacionado con la fertilidad y la abundancia, dos conceptos que poseen una estrecha relación con la agricultura. Así pues, otros expertos le atribuyen un uso ceremonial y religioso. Sin duda, se trata de un ejemplo excepcional de cómo los antiguos empleaban la astronomía para facilitar su vida diaria.
Autor: Beatriz Lentisco
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