Si hay un mes perfecto para conocer una versión íntima y auténtica de Españaese es noviembre. Lejos ya de las multitudes del verano, y sin entrar todavía en el tumulto de la Navidad, noviembre ofrece buenos precios, un clima contenido y paisajes de otoño espectaculares. Sin olvidar que, para la buena mesa, es también una temporada estelar, con setas, caza, castañas y todo un repertorio de guisos que sientan de maravilla.
7 destinos para saborear noviembre en España
Cocentaina, donde noviembre es una fiesta
Quien crea que noviembre es aburrido no tiene más que acercarse a principios de mes a la localidad de Cocentaina, en el norte de alicante. Allí, la Fira de Tots Sants ha pasado de feria ganadera medieval a convertirse en un gran evento donde todo tiene cabidade lo agrícola a lo industrial, pasando por mil propuestas culturales: una feria del libro, exposiciones, canto coral, talleres y un largo etcétera.
El resto del tiempo, el municipio brinda. un hermoso Palacio Condal, dos interesantes castillos y restos de la vieja muralla. Además, su situación junto a la Sierra de Mariola Permite deliciosas excursiones en pleno monte, tanto en bicicleta como a pie.
Explosión de sensaciones en La Garrotxa
la comarca de La Garrotxaen pleno corazón de cataluñaseduce en cualquier época del año, pero en noviembre adquiere un carácter muy especial. La gran estrella es la Fageda d’en Jordà, un hayedo crecido sobre coladas de lava, rojo y majestuoso en esta época, alfombrado de hojas doradas y marrones. Los volcanes Los durmientes de la zona permiten sentir el latido antiguo de la tierra por sus senderos.
En lo alto de la comarca, el santuario de la Mare de Déu del Mont se alza como un faro espiritual, con Fantásticas vistas sobre los Pirineos y Nevados.. Y no hay que irse de estos parajes sin visitar el poderoso encanto medieval de Besalú o el impresionante acantilado donde está encaramado. Castellfollit de la Rocael pueblo que se asoma en lo alto como desde un sueño.
Cita con la Asturias ancestral en Moreda
Cada 11 de noviembre, da comienzo en Moreda, una parroquia de Aller, una de las fiestas folclóricas más vibrantes de toda Asturias: la de San Martín, también llamada de los Humanitarios. En ella, una misa cantada y acompañada de las tradicionales gaitas da paso a la puya’l ramuuna curiosa subasta de pan de escanda, y un gran desfile de carrozas, gaiteros, bailarines y xandas.
No hace falta decir que la gastronomía local está muy presente, con fabada, casadielles y el postre típico llamado panchón. Para quemar toda esa energía, hay montones de rutas senderistas con las que maravillarnos, pero destaca la que conduce al admirable. ojo de buey, la colosal abertura en la roca que nos muestra como nunca el cielo asturiano.
Un otoño lleno de magia en el Valle del Ambroz
Cuando llega el otoño, las montañas que rodean este valle del norte de Extremadura se tiñen de bellos colores rojizosla nieve comienza a vestir los picos más altos y los pueblos de la zona se preparan para la época más sugerente del año. Por eso, en la comarca tiene lugar un festival que reúne a lugareños y visitantes en una experiencia cautivadora: el Otoño Mágico.
Noviembre es el mejor mes para conocer este rincón extremeño, porque los pueblos del valle se suceden en la organización de varias rutas senderistasa caballo y culturales, en medio de un paisaje de robles y castaños maravillosos. Es momento también de conocer el barrio judío de Hervás o la arquitectura serrana de Baños de Montemayor, Segura de Toro o Gargantilla, un conjunto de pueblos que enamoran.
Una escapada de oro al Matarraña
Por sus paisajes de colinas, olivares y pueblos de sabor antiguo, esta comarca aragonesa ha sido apodada en muchas ocasiones como la ‘Toscana española’. En noviembre, la región se llena de una calma serena, al tiempo que los colores otoñales se mezclan con la piedra dorada de las construcciones locales.
pueblos como Valderrobres y Calaceita invitan a perderse por sus callesjuelas, en un ambiente que nunca es tan acogedor como en esta época. Además del encanto de los pueblos, la temporada es perfecta para recorrer el Parque Natural dels Ports y explora tranquilamente sus rutas, libres del calor del verano, disfrutando del más poderoso silencio de la naturaleza que habita este lugar.
El hechizo de las Islas Cíes
Las Islas Cíes, frente a la ría de vigoson más visitadas en verano, pero en ellas noviembre ofrece una experiencia de naturaleza en estado puro, gracias a las playas vírgenes desiertas y los solitarios senderos por los que, en esta época, es posible caminar en total paz.
El frescor y el ambiente lluvioso dan al paisaje. un aura misteriosa, envolvente, perfecta para los amantes de la naturaleza. más apartada. Es una oportunidad de oro para descubrir el Faro da Porta, las vistas sobre la ría o la riqueza ecológica de estas. islas gallegas, sin multitudes, solo sintiendo el viento del Atlántico y oyendo el romper de las olas contra la costa.
Arnedillo: termas y procesiones
Arnedillo es uno de esos pueblos llenos de personalidad y de sorpresas, acogedor como lo es La Rioja entera. Como sugiere su nombre, está muy cerca de Arnedopero tiene encantos escondidos que vale la pena descubrir. Uno son las aguas termales que manan del río Cidacos, y que permiten una estancia insuperable en el balneario local.
¿Pero por qué en noviembre? Porque a finales de mes es posible asistir a una más que curiosa tradición: la Procesión del Humo. Desde 1888 se realiza esta peculiar procesión, en que se conmemora a los antepasados y la grave epidemia de viruela negra que asoló entonces la localidad. Las calles se llenan de un humo que es tradición viva.pero luego es posible encontrar aire purísimo en la vía verde del Cidacos o en el Mirador del Buitre, donde se pasean estas aves majestuosas.
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Autor: Fran Agudo
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