La Costa da Morte, en la provincia de La Coruñaocupa el extremo noroeste de la península ibérica y sus 200 kilómetros de litoral esconden bellos y agrestes parajes como Finisterre. Pero también algunas historias que hacen que el nombre elegido para este lugar sea el apropiado.
Una de ellas es la del terrible naufragio de un buque británico. Una tragedia que dejó una huella imborrable en la memoria colectiva y mantiene vivo el recuerdo de las víctimas en el Cementerio de los Ingleses.
La tragedia que dio origen a uno de los cementerios más curiosos de España
El barco HMS Serpent partió del puerto de Plymouth (Inglaterra) con destino a Sierra Leona. Pero el 10 de noviembre de 1890 se vio sorprendido por una terrible tormenta a la altura de la costa de galicia y fue lanzado contra las rocas de Punta do Boi.
Un acto de humanidad del pueblo gallego.
El accidente marítimo despertó una ola de solidaridad entre los habitantes del área de Camariñasel pueblo coruñés a una de cuyas playas el mar arrastró los cuerpos sin vida de 172 de los 175 marineros a bordo. El párroco de la aldea de Xaviñas movilizó a los vecinos para recuperar todos los cuerpos y liderar la construcción de un camposanto donde darles sepultura.
El Cementerio de los Ingleses, como así se conoce, ocupa un lugar privilegiado y cuenta con unas preciosas vistas del Océano Atlántico, hacia donde apuntan las tumbas en busca de la conexión entre los marinos y el mar.
Además de una caseta de piedra en cuyo interior reposan los restos del capitán y los oficiales (la tripulación descansa eternamente en el exterior junto a otros marinos extranjeros), el recinto sagrado alberga un obelisco en memoria de los fallecidos. Y en los alrededores los visitantes han ido dejando decenas de milladoirosunos montículos de piedras apiladas unas encima de otras.
El Cementerio de los Ingleses: un lugar de recuerdo, pero también de belleza
El Cementerio de los Ingleses se ha convertido en un sitio de peregrinación y reflexión tanto para amantes del mar como para turistas. Y es parada obligatoria dentro de la ruta de los naufragios en la Costa da Morte.
Una bonita anécdota es que, durante años, barcos de la armada británica se acercaban a estas costas para rendir homenaje a las víctimas, lanzando coronas de flores y disparando salvas en su honor. Además, el Almirantazgo británico obsequió a Camariñas con un barómetro que se puede admirar en el puerto de la localidad.
Hoy, este pequeño y curioso cementerio español forma parte de la Ruta Europea de Cementerios Singularesla cual pertenece al Itinerario Cultural Europeo. Pero, más allá de atractivo turístico, este lugar presume de una increíble belleza natural. Situado en un entorno virgen, ofrece unas vistas espectaculares del Monte Blanco, la mayor duna rampante de Galicia y el potente oleaje del Atlántico.
El recuerdo del naufragio también sirvió de catalizador para la construcción del faro de Cabo Vilánuno de los más imponentes de la Costa da Morte y que forma parte de la ruta O Camiño dos Farosque recorre este maravilloso punto de la costa española.
Autor: Diego Jiménez Zayas
Fuente de contenido