Se mire por donde se mire, talavera de la reina respira historia. Es, simultáneamente, herencia de antiguas civilizaciones, paisaje castellano y gastronomía de la tierra. Cada una de sus tradiciones narra un capítulo de un pasado de gran riqueza cultural, al mismo tiempo que se presenta como un destino de naturaleza y aire libre donde practicar deporte y disfrutar de un estilo de vida saludable.
Entre sus aportaciones a la artesanía española más reconocidas, cabe destacar la incomparable ceramica de talaveradeclarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2019. La maestría con la que se elaboran estas piezasdesde la modelación de la arcilla hasta su cocción, sigue técnicas tradicionales transmitidas de generación en generación.
De hecho, hay constancia de que ya existían talleres de cerámica en Talavera de la Reina en la época romana. Los motivos y la decoración han evolucionado con el tiempo hasta alcanzar. la inconfundible estética y la paleta de colores que conocemos hoyque es el diseño directo de siglos y siglos de artesanía con carácter propio.
Como bien ilustran las antiguas raíces de la cerámica talaverana, la ciudad se ha configurado a lo largo de la historia sobre las fundaciones de tres culturas principales: la romana, la islámica y la castellana. Tanto Talavera de la Reina como la comarca que preside como capital, las Tierras de Talavera, conservan un importante legado arqueológico y arquitectónico de dichas culturas.
La región histórica de las Tierras de Talavera proporciona un marco perfecto, un bello paisaje castellano de importante producción ganadera y agrícola, para cuadrar. un buen numero de valiosos monumentos del pasado. Algunas de las joyas arquitectónicas más destacadas de Talavera de la Reina son el Puente Viejo, la Basílica de Nuestra Señora del Prado, las murallas árabes y las torres albarranas, aunque la lista es infinita y comprende numerosos templos y edificios de gran interés histórico.
Más allá de la piedra inmóvil del patrimonio físico, la rica cultura de Talavera de la Reina también adquiere la forma de diversas tradiciones y fiestas que perduran en el tiempo de una forma diferente, aunque no por ello menos auténtica. En muchas de ellas se intuyen los oficios de siempre y la materia prima de la zona, pues están relacionados con los mercados de ganado y las cabalgatas de agradecimiento por las cosechas.
Una de las celebraciones más antiguas de España tiene lugar, precisamente, en Talavera. Se trata de Las Mondas, una Fiesta de Interés Turístico Nacional cuyo origen se remonta a la época romana y está relacionado con los rituales que se realizaban en honor a la diosa Ceres con motivo de la llegada de la primavera.
En la actualidad, esta fiesta fusiona su trasfondo pagano con trajes regionales, cortejos de carretas, eventos gastronómicos, actuaciones y un amplio repertorio de actividades culturales. Uno de sus sabores típicos es el azahar de Mondas, un dulce que cristalizal uso de especias y flores en la gastronomía que Talavera de la Reina ha heredado de las civilizaciones que pasaron por ella.
No obstante, la celebración de Las Mondas no es la única que hay que marcar en el calendario; también merece la pena vivir el ambiente de sus ferias y eventos como el festival de música Boccherini, las teatralizaciones de las tres culturas y las jornadas de gastronomía barroca organizadas por el Museo Etnográfico, ocasiones que permiten formar parte de la vida dinámica y vibrante de la ciudad y sus alrededores.
¿Y qué mejor manera de sentir la esencia de una ciudad que degustar sus sabores? En este caso, la gastronomía también es una lección de historia. La receta empieza con una serie de productos de regusto romano, como el pan, las aceitunas, el vino y el aceite. Cocinamos a fuego deliciosos lentos guisos, dulces y especias de aroma árabe que añaden delicadas pinceladas de sabor a los platos típicos.
Para terminar, no podemos olvidarnos de añadir un chorrito de alma castellana, que resulta en sabrosos guisos, sopas, raciones, dulces conventuales… El paisaje de Castilla-La Mancha se traslada a la gastronomía talaverana a través de productos locales de gran calidad como el cordero, las carnes de caza, la ternera de la tierra, las legumbres, los panes, los quesos, los embutidos, el AOVE, los vinos, los frutos secos y la miel.
Dichos ingredientes, al maridar con las técnicas tradicionales y las sazones de las diferentes culturas que han enriquecido sus recetas, componen platos cálidos y deliciosos a los que es difícil resistirse. Algunos ejemplos son el pisto talaverano, las sardinas a la talaverana, el venado en salsa, las carillas y los garbanzos fritos.
Podría decirse que la gastronomía de Talavera de la Reina es un viaje en dos direcciones, ya que desplaza los productos locales al plato y, al mismo tiempo, permite viajar a través de los sentidos a los paisajes que rodean la ciudad. Si es que su ubicación privilegiada entre cauces de agua y montañas Ofrece todo un abanico de posibilidades.
Una mención especial merece la variedad de deportes y actividades al aire libre que se pueden practicar en sus alrededores. Mientras los montes y las sierras cercanas han servido históricamente como destinos de equitación y caza, el Tajo y su rivera conforman un escenario atractivo para disfrutar del piragüismo y la pesca. Por su parte, el Pantano de Cazalegas, a menos de media hora en coche, ofrece la posibilidad de practicar windsurf.
La cultura deportiva está tan arraigada en la personalidad talaverana, que se ha destacado en terrenos competitivos realmente diversos. Basta con recordar a figuras como la karateka Sandra Sánchez, campeona olímpica naturales de Talavera de la Reina.
En un entorno tan versátil no podían faltar las opciones para disfrutar del senderismo, una forma ideal de interiorizar el paisaje, respirar aire puro, conectarse con la naturaleza y cuidar tanto el cuerpo como la mente, beneficios que también se pueden obtener participando en una maratón. . El campo de golf de Talavera de la Reina es otro de sus grandes atractivos, en parte debido a su localización, que es cercana a Madrid y muy accesible desde otros municipios.
En definitiva, Talavera de la Reina se asienta como un destino donde siempre quedan relatos por contar y senderos por recorrer. No importa las veces que se visite, o incluso si ya nos conocemos con la mayoría de sus rincones. Jamás se agotan los secretos ocultos en sus cerámicas, en los recovecos de sus murallas, en las melodías de sus fiestas, en los guisos suculentos, en los paseos en plena naturaleza… Ni siquiera hace falta buscar respuestas para encontrarlas en una ciudad que siempre parece esperar con las puertas abiertas.
Autor: Nahia Pérez de San Román
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