Recorrer el Caminito del Rey es una experiencia llena de emociones que atrae cada año a miles de valientes. Sin embargo, la zona que rodea el legendario desfiladero de los Gaitanes ofrece una belleza agreste con aromas frescos de pinos y enebros, así como una colección de pueblos blancos que encarnan lo mejor del alma del sur. Vale la pena detenerse en estos pueblos inolvidablesasí que vamos a conocerlos un poco.
6 bonitos pueblos cerca del Caminito del Rey: un itinerario para los sentidos
Álora, aroma de jazmín
Enclavado en pleno valle del Guadalhorce, la esencia andaluza de Álora se percibe en cada rincón: el perfume del jazmín en los patios, el eco de las campanas de la iglesiael murmullo del viento cruzando las colinas. Pero el símbolo más emblemático de Álora es su castillo, una fortaleza Árabe con vistas al infinito.
Desde las alturas, un mar de olivos y naranjales se extiende hacia las montañasmientras el río serpentea en la distancia. Un pie de calle, en cambio, el blanco de las casas es el protagonistareflejando la luz del sur, solo eclipsado por los geranios y buganvillas que cuelgan de los balcones. Rincones como la Plaza Baja de la Despedía reúnen todo el encanto de un pueblo que deja huella.
Ardales, rodeado de maravillas
Las ruinas que presiden el pueblo, el castillo de la Peña, evocan épocas de conquistas y leyendas. La antigua fortaleza árabe se asienta en un enorme peñasco y brinda vistas panorámicas que quitan el aliento. Pero en Ardales Hay mucho más. Las propias calles del pueblo son un pequeño laberinto blanco que invita a explorar. Así, nos topamos con la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios y su artesonado. mudéjar.
Un resguardo del sol, Hay tesoros como una cueva espectacular.llena de pinturas paleolíticas. En ella, las sombras y los reflejos de las linternas en las paredes nos cuentan historias de los primeros habitantes de la zona, hace más de 20 000 años. Al salir, la luz invita a seguir la aventura, ya sea hacia el cercano embalsarde aguas turquesas, o cualquiera de los senderos que cruzan esta zona mágica.
Valle de Abdalajís, a la sombra de un mole
Impresiona ver la mole de roca que se alza como un guardián junto a este pueblo malagueño. Parece como si una enorme bestia mitológica durmiera recostada en este punto del norte del valle. La ruta del Charcón permite conocer las inmediaciones y descubrir bellos tapices de flores, abrevaderos de varios tipos y construcciones olvidadas.
El pueblo tiene un interesante patrimonio dentro del casco urbanodel que destacan el convento y residencia San José de la Montaña, que permite ver la vida en tiempos pasados, una iglesia del siglo XVI o una fuente de la misma época.
Mención aparte merece el mirador del Gangarro, encaramado en lo alto de unas empinadas escaleras, que regala Vistas de vértigo sobre el pueblo y su entorno.unas estampas increíbles que nos harán enamorarnos de la zona.
Teba, villa cervantina y señorial
Otro de esos pueblos cerca del Caminito del Rey que no hay que perderse es Tebaen la comarca de Guadalteba. La arquitectura esencialmente andaluza fue creciendo a los pies de un formidable castillo andalusí. El castillo de la Estrella es el más extenso de toda Málaga y domina el paisaje desde lo alto de una colina, visible desde kilómetros a la redonda.
El pueblo fue hogar de personajes poderosos que dejaron casonas y palacetespor haber sido villa condal, pero también de miguel de cervantescuando ejerció de recaudador para el Reino de Sevilla. Atención especial merece la iglesia, excelente muestra del barroco andaluz, o los restos de un convento del siglo XVI. Alrededor, olivos y almendros se alternan con hierbas aromáticas y bosque de ribera, que hacen de cualquier paseo una delicia.
Carratraca, un pueblo de cinco estrellas
A medio camino entre la serranía de Ronda y la comarca de Antequera, Carratraca sobresale por sus aguas termalesde las que se puede disfrutar en un lujoso balneario construido en el siglo XIX, de un vistoso estilo neoclásico. Las preciadas aguas ya eran conocidas por los romanos, y con el tiempo propiciarían el crecimiento de un pueblo que, como otros de la zona, nos regala el encanto de la cal, las macetas y el canto de pajarillos.
Otro de los atractivos de Carratraca son las pinturas rupestres.encontradas en una sima profunda en la sierra. El ayuntamiento, curiosamente, fue casa de doña Trinidad Grund, personaje destacado de la historia de Málaga que fue quien dio a conocer al público la cueva de Ardales mencionó antes. Hoy, el pueblo funda toda esa historia con su encanto genuinamente andaluz.
Casarabonela, un balcón a la naturaleza
Enclavado en las faldas de la Sierra de las Nieves, Casarabonela Parece sacado de un sueño andaluz, con su tipismo tradicional, su bello casco histórico y el frondoso entorno natural que lo rodea. Su situación privilegiada ofrece magníficas vistas sobre la Hoya de Málaga y, en días despejados, incluso atisbamos el Mediterráneo en la distancia. Al amanecer, la luz baña las montañas cercanas con unos tonos dorados, y hay un silencio dulce que solo rompe el canto de los pájaros.
Como en casi todos estos pueblos, el pasado árabe marca el carácter y la fisonomía, comenzando por el propio nombre de la localidad: Qasr Bunayrael «castillo de Bonela» que domina unos horizontes infinitos. alrededor, el Parque Natural de la Sierra de las Nieves es una sinfonía de montañas, bosques y olivarescon aromas de tomillo y romero que nos embriagan de una felicidad absoluta.
Autor: Fran Agudo
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