córdoba es uno de esos lugares que gustan a todo el mundo, ya sea por su extraordinaria belleza, su larga historia, sus deliciosos platos o su dulce olor a flores. Esta ciudad o medina fue capital andalusí durante cinco siglos y cuenta con un Patrimonio de la Humanidad muy prestigioso. Esto es lo que hay que ver sí o sí en Córdoba.
Lugares que hay que visitar en Córdoba ciudad
Mezquita-Catedral de Córdoba, joya por excelencia
La Mezquita-Catedral de Córdoba atrae miles de turistas cada año y, por eso, ocupa el primer puesto en la lista de lugares que hay que ver en la ciudad cordobesa. Pero también lo hace gracias a su bella apariencia, una de esas imágenes que no se pueden olvidar. Además, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1984.
Esta maravilla arquitectónica aúna las culturas que han vivido en España a lo largo de la historia. Caracterizada por sus emblemáticos arcos bicolor, sus delicados atauriques y esas bóvedas de nervios cruzados que parecen rozar el cielola mezquita es la joya de la corona. Pero también merecen especial atención las capillas que residen en su interior, la torre del campanario y el patio de los Naranjos.
El puente romano y la torre de la Calahorra, protectores de la ciudad
Durante la época del Imperio Romano se construyó el único puente que conectaría los dos extremos del río. Guadalquivir hasta la construcción de uno nuevo en 1953. La construcción romana fue todo un hito para los habitantes de la zona y, probablemente, para los ciudadanos de todo el Imperio, ya que es probable que la Vía Augusta lo atravesara.
En uno de los extremos del puente, en un punto estratégico para protegerlo, se encuentra otro lugar de visita obligada: la torre de Calahorra. aunque la función inicial de esta fortaleza era la de defender la pasarelaha recibido muchos otros usos: cárcel, hospital y escuela. Hoy en día acoge un museo dedicado a las tres culturas que poblaron Córdoba en el pasado.
El Alcázar de los Reyes Cristianos, jardines y encanto
En la otra orilla del río Guadalquivir se yergue el Alcázar de los Reyes Cristianos, concebido como complejo defensivo y de belleza arrebatadora. Sin duda, uno de sus principales atractivos son sus amplios. jardines árabes, donde agua y vegetación se unen en una estampa mágica que deja sin palabras, todo ello custodiado por las siluetas pétreas de los Reyes Católicos y un recién llegado Cristóbal Colón.
Cuatro torres macizas limitan el impresionante edificio: la del Homenaje, la de los Leones, la de la Inquisición y la de la Paloma. La torre de los Leones es la más antigua de todas y, en la actualidad, sirve de entrada al Alcázar. Por último, es posible acceder a la parte más alta de estas construcciones, una opción muy recomendable, ya que ofrecen unas vistas espectaculares de los extensos jardines y de la inolvidable silueta de Córdoba.
Los patios de flores, rincones deslumbrantes.
Córdoba es la ciudad de las flores por excelencia. sus patios preciososrepletos de macetas de colores, flores de todo tipo y esencias delicadasle han dotado de una fama más que merecida. Cada año, millas de personas se trasladan a la ciudad andaluza para recorrer estos espacios que visten sus mejores galas durante el Festival de los Patios Cordobeses.
El concurso divide los patios en varios itinerarios, y especialmente protagonistas son los barrios de San Basilio, construidos para acoger a los ballesteros que protegían el Alcázar, y la judería. En esta última se esconde una de las postales más icónicas de Córdoba: la Calleja de las Flores.
El Palacio de Viana, la magia del día a día
Aunque este rincón también es conocido por sus flores, merece un puesto especial en esta lista, ya que posee el mayor número de patios de flores de toda Córdoba. Son 12 en total, entre los que destacan el Patio de la Cancela, el de los Gatos y el de los Naranjos.
Detrás de la austera fachada del Palacio de Viana se esconde un entorno que, si bien no cuenta con tantas flores, desprende una esencia igual de mágica. es la esencia de la vida cotidianade las historias de todas las personas que vivieron entre sus paredes entre los años 1425 y 1980. Esta casa-palacio es ideal para explorar el día a día de las familias cordobesas y adentrarse en los aspectos más íntimos de la historia de España.
Las iglesias fernandinas, caprichos de un rey
Como puedes intuir por su nombre, las iglesias fernandinas se construyeron bajo la orden de Fernando III el Santo Tras la conquista de Córdoba. Además de acoger los servicios religiosos, los templos sirvieron como marcador de las colaciones cristianas y les dieron nombre.
Construidas sobre mezquitas u otros templos cristianos, las iglesias fernandinas combinan elementos islámicos y cristianos. Solo se han conservado algunas de ellascomo la Iglesia de la Magdalena, que se levantó cerca de la muralla que rodeaba la ciudad. En la actualidad, sirve como centro cultural e incluso ha sido desacralizada. También destacan otras construcciones, como la iglesia de San Nicolás de la Villa y la de Santa Marina.
La plaza de la Corredera, el alma de la fiesta
Con sus numerosos arcos, la plaza de la Corredera recuerda a la mezquita cordobesa. Desde siempre ha sido escenario de encuentros públicos y pocos espacios son tan relevantes como ella en la vida social de la ciudad de las flores.
En la Corredera se encuentra el Mercado de Sánchez Peñaun mercado diseñado y construido por Juan de Ochoa, arquitecto responsable de algunas mejoras de la Mezquita-Catedral y el Palacio de Viana.
Medina Azahara, la ciudad brillante
Este importante yacimiento se encuentra a unos ocho kilómetros de la ciudad de Córdoba, pero es uno de esos lugares de visita obligada. Construida en 936 por orden de Abderramán III cuando se convirtió en el primer califa cordobés, su extensión es tal que, desde el comienzo de las excavaciones en 1911, solo se ha explorado un 10% de la zona.
Las ruinas de Medina Azahara, destruido en 1010 como consecuencia de los conflictos bélicos del momento, son todo un recordatorio de que Córdoba siempre ha brillado con la misma intensidad.
Autor: Beatriz Lentisco
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