En cuanto pongamos un pie en Sevillala ciudad nos deslumbra de muchas maneras. La calidez del aire y de la gente son el mejor fruto del sol andaluz, y la solera de las calles invita a perderse en ellas, en una danza siempre sugestiva entre lo antiguo y lo contemporáneo. estas maravillas de Sevilla ciudad son la mejor garantía de un viaje lleno de sensaciones.
Las 7 maravillas de Sevilla ciudad, la ‘perla del Guadalquivir’
La catedral de Sevilla, belleza grandiosa
Si hay un símbolo total de Sevilla, uno que se eleva sobre la ciudad como un faro, es la Giralda. Mucho más que un campanario, Parece condensar toda la historia y toda la esencia de la ciudad.. Y con todo, la Giralda es parte de algo aún mayor, la catedral gótica más grande del mundo.
Entrar en la catedral es atravesar más de siete siglos, olor a piedra venerable y tal vez al incienso de la liturgia diaria. Catedral y Giraldaantigua mezquita y alminar respectivamente, dan fe del riquísimo pasado de Sevilla, al tiempo que la proyectan hacia el futuro. Desde lo alto, la ciudad parece un mosaico vivo de tejados rojizos y alguna palmera que se mece con suavidad.
El Real Alcázar, un jardín para los sentidos
Acceder al Real Alcázar de Sevilla es como adentrarse en un cuento de las Mil y una noches. El aire trae un aroma dulce de jazmín y azahar, que acompaña el paseo por esos jardines geométricamente perfectos. El sonido del agua que brota de las fuentes es el acompañamiento perfecto para este recorrido por el palacio real en uso más antiguo de Europa.
Los azulejos coloridos de las paredes, los mocárabes y arabescos de los techos, todo tiene algo que contar: la sucesión de estilos y de épocas, desde los restos. islámicosde cuando fue recinto del poder omeya, hasta el mudéjar, el gótico o el renacentista. Tenemos la inmensa suerte de poder visitarlo y admirarlo, aunque su vinculación con la Corona viene de muy lejos y se mantiene a día de hoy.
Casa de Pilatos, joya de la arquitectura civil
Desde el impresionante portón de piedra tallada, todo en este palacio nos habla del esplendor que alcanzó Sevilla en tiempos pasados. El Palacio de los Adelantados Mayores de Andalucía, que es su otro nombre, cobró forma sobre todo entre los siglos XV y XVI, fundiendo admirablemente la tradición gótica.mudéjar con los nuevos aires del Renacimiento italiano.
Sin duda, esta residencia civil es la más suntuosa de Sevilla, y hoy pertenece a la Casa Ducal de Medinaceli, después de haber sido propiedad de otros linajes igualmente ilustres. Además de su excelente mezcla de estilos, Merece una mención especial el patio, rodeado de finas columnas de mármol. y animado por una elegante fuente en el centro. No sorprende que haya aparecido en un buen puñado de peliculas.
El Parque de María Luisa, un oasis romántico
Uno de los lugares más emblemáticos y queridos por los sevillanos es el Parque de María Luisaautentico pulmon verde de la ciudad y ademas un refugio de paz en medio de la bulliciosa vida de la ciudad. Además del verde, la historia, el arte y la cultura tienen un gran peso en sus 340 000 m². El parque debe su existencia a un acto de generosidad y amor por Sevilla: la donación de la infanta María Luisa de Borbón de unos terrenos que habían sido jardines privados del Palacio de San Telmo.
El parque está lleno de caminos serpenteantes, avenidas sombreadas por frondosos árboles y pequeñas glorietas escondidas, que invitan al paseo tranquilo y la exploración. El sonido del agua es una constante: fuentes, estanques y pequeños arroyos crean una sinfonía cautivanteacompañado por el canto de los pájaros que habitan en el parque.
El alma monumental de la Plaza de España.
El reverso monumental y grandioso del Parque de María Luisa es la Plaza de España, el conjunto diseñado por Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929. La plaza es una imponente obra semicircular que representa la unión de España con sus antiguas coloniasy está decorado con azulejos de colores que representan las provincias españolas. El canal que atraviesa la plaza refleja la majestuosa arquitectura, mientras que los puentes aportan un aire romántico y nostálgico.
Desde la plaza, se puede disfrutar de las vistas de los edificios renacentistas y mudéjares que la rodean, un perfecto contraste con la exuberancia natural del parque. Paseamos extasiados por esas avenidas, mientras las barcas que navegan por el canal y los carruajes tirados por caballos añaden la nota pintoresca que define Sevilla.
La Torre del Oro, entre el cielo y el Guadalquivir
Las crónicas musulmanas ya hablan de esta torre que se levantaba orgullosa en época almohade: Bury al-Dahabla Torre del Oro. Con la carrera de los siglos, ha pasado de la primitiva función defensiva a ser una de las indiscutibles maravillas de Sevilla ciudad y todo un icono. por la gracia y belleza de sus formas. Su silueta se recorta contra el cielo, dorada, casi brillante.
El Guadalquivir actúa como su espejo y duplica esa imagen tan grata, mientras los barcos siguen recorriéndolo igual que hace siglos. La paz de esta estampa hace olvidar su función estratégica original, la protección de la entrada fluvial a la ciudad. La Torre del Oro tenía en realidad otra torre gemela que cerraba el paso al río en caso de ataque. Hoy, la serenidad se impone, y es una visita ineludible en Sevilla.
San Luis de los Franceses, la magia del barroco
Sevilla es también una ciudad donde contemplar el mejor barroco español, y para ello hay pocos lugares mejores que la iglesia de San Luis de los Franceses, sin duda una de las más bonitas de españa. Acabado en 1731, este edificio nos atrapa por la magnificencia de sus retablosigual que por la hermosura de sus columnas retorcidas.
Antigua iglesia del noviciado jesuita, con ella la Compañía pretendía mostrar todo su poderío a novicios y visitantes. No cabe duda de que aún lo consigue, a pesar de que los jesuitas fueron expulsados hace mucho tiempo. Desde entonces ha tenido muchos papeles en la historia de Sevilla, entre ellos el de escenario para representaciones de Don Juan Tenorio.
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Autor: Fran Agudo
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