En un momento en que el turismo centrado en los pueblos pasa por el que quizá sea su mejor momento, queremos, en estas líneas, recomendar escapadas rurales para todo tipo de viajero. Es decir: para aquellos que busquen un rincón donde puedan practicar algo de turismo activo, para aquellos que quieran empaparse de historia o para los que prefieran, simplemente, admirar la belleza del entorno en el que se encuentran. La diversidad de los pueblos de España es inmensa, por eso hay para todos los gustos. Ahí van algunos.
Pueblos de montaña
Aínsa, para descubrir los Pirineos aragoneses
En la confluencia de los ríos Cinca y Ara se sitúa este pueblo de impresionante belleza medieval que ha sabido conservar uno de los mejores cascos históricos de España. Aínsa, la mítica capital del antiguo condado de Sobrarbe, es un lugar ideal para disfrutar de la montaña, de la naturaleza en general, y para dar paseos entre monumentos iglesias y castillos antiguos. Es también uno de los pueblos más bonitos de España.
Grazalema, el pueblo más lluvioso de España
Quizá sorprenda saber que el considerado pueblo más lluvioso de España no se encuentra en el norte: se encuentra, de hecho, en el sur. En la provincia de Cádiz, en la sierra a la que da nombre, Grazalema presume de una naturaleza exhuberante entre el blanco de sus casas y sus diversos templos, entre los que destaca la iglesia de Nuestra Señora de la Aurora. El entorno montañoso en el que se encuentra convierte a Grazalema en un mirador natural.
Pueblos con playa
Cudillero, no te lo vas a creer
Hace tiempo que esta colorida villa marinera de Asturias está en el pensamiento de todos los viajeros. Mirando directamente hacia el Cantábrico, Cudillero es uno de los pueblos más curiosos y bellos de España. Sus estrechas y empinadas calles albergan caseríos marineros en forma de anfiteatro. La postal en la distancia es impresionante. Además, estando como está en pleno Paisaje Protegido de la Costa Occidental asturiana, cuenta con numerosas playas a su alrededor. Es uno de esos pueblos costeros que gustarán a todo el mundo.
Cabo de Palos, el valor del Mediterráneo
En la fantástica Costa del Sol destaca este pueblo que cuenta con uno de los puertos más ricos, animados y bonitos del Mediterráneo. En los alrededores de Cabo de Palos se extienden calas y acantilados de los que disfrutarán todos los amantes de los paisajes costeros, con ese faro como emblema del lugar. La Reserva Marina de Cabo de Palos e Islas Hormigas cuenta con uno de los fondos marineros más impresionantes del Mediterráneo.
Pueblos de interior
Morella, lo que no te esperas en Comunidad Valenciana
Acostumbrados como estamos a pensar en Comunidad Valenciana asociada al Mediterráneo, sorprende y gusta encontrar un pueblo como Morella entre tanta costa. Morella es uno de los pueblos más bonitos de España, rodeado por una muralla medieval y coronado por un bonito castillo que en los meses de invierno suele cubrirse de nieve. Está declarado Conjunto Histórico-Artístico. A 60 kilómetros, además, espera el mar, para quien quiera completar la escapada rural.
Alcalá del Júcar, lo que no te esperas en Castilla-La Mancha
Otro de los pueblos más bonitos de España. Y como sucede con Comunidad Valenciana, uno entiende que Castilla-La Mancha es mucho más que la imagen tradicional de molinos y campos a las que estamos acostumbrados. Sin menospreciar la belleza e importancia de estos, en esta ocasión queremos recomendar un paisaje diferente en el corazón de la provincia de Albacete. Situado en la hoz del río Júcar, enclavado en una ladera rocosa entre su castillo y su río, muchas de sus viviendas están horadadas en las cuevas naturales. Alcalá del Júcar es un lugar único.
Pueblos de las islas
Masca, las alturas de Tenerife
Son numerosos los pueblos que se pueden recomendar en Tenerife y, desde luego, son numerosos los pueblos que se pueden recomendar en las Islas Canarias, pero aquí nos decantamos por Masca. Situado a 750 metros sobre el nivel del mar, contemplando las aguas desde una situación privilegiada, Masca conserva la arquitectura típica canaria y ofrece a su alrededor numerosas rutas de senderismo para explorar la montaña.
Fornalutx, la belleza medieval de Mallorca
Al amparo del Puig Mayor, el pico más alto de la sierra de Tramuntana, descansa uno de los pueblos más bonitos de Mallorca. Quizá sorprenda que recomendemos pueblos situados en la montaña a la hora de hablar de islas, pero este es precisamente el punto: las aguas siempre a un paso y la magia de la montaña para establecerse en ella. Fornalutx, en este caso, es un pueblo medieval de calles empinadas y estrechas que cuenta con varios monumentos de interés. Parece sacado de un cuento, otro de esos pueblos bellísimos de España.
Pueblos en entornos increíbles
Belesar, en la tierra sagrada
La pequeña aldea de Belesar se sitúa en plena Ribeira Sacra lucense, así que su paisaje responde a las formas que ha ido dando el río Miño en su discurrir. Rodeada de bancales en los que se practica la llamada viticultura heroica, Belesar está conformado por casas de piedra y madera, siempre aprovechando las características del terreno. Es un lugar perfecto desde el que iniciar una ruta por esa tierra sagrada del interior de Galicia repleta de monasterios y de una naturaleza inigualable.
Las Negras, en el corazón del Cabo de Gata
Este tradicional pueblo de pescaderos se encuentra en pleno corazón del Cabo de Gata, en ese paisaje curioso y diferente que caracteriza el sur de la provincia de Almería, que también cuenta, por cierto, con el único desierto de Europa. Hoy en día está habitado por muchos extranjeros que han elegido este lugar como retiro, pero conserva todavía tradiciones y costumbres de las familias que lo han ocupado durante siglos. Las Negras toma su nombre del monte situado a la izquierda del pueblo, conocido como El Cerro Negro, una gran masa de material volcánico. Es un paisaje espectacular.
Orbaneja del Castillo, el pueblo del agua
En la provincia de Burgos, cerca de la frontera con Cantabria, Orbaneja del Castillo es principalmente conocido por la cascada de 25 metros de altura que atraviesa y divide el pueblo en dos. Su destino final es el río Ebro, a los pies de la localidad. Su entramado medieval y ese curioso salto de agua lo convierten en uno de los pueblos más únicos de España.
Pueblos históricos
Belchite, las consecuencias de la Guerra Civil
Belchite Viejo es hoy un recuerdo de lo que un día fue uno de los pueblos más prósperos de la provincia de Zaragoza. Quedó completamente destruido durante la Batalla de Belchite, que comenzó un 24 de agosto de 1937. Se calcula que perdieron la vida más de 5.000 personas en los días en que duró el enfrentamiento. Pasear por sus ruinas significa no solo conocer nuestra lamentable historia reciente, también tomar conciencia de esto.
Couto Mixto, ni español ni portugués
El conocido como Couto Mixto está conformado por los pueblos de Rubiás, Santiago de Rubiás y Meaus. Su historia es cada vez más conocida: durante más de 700 años, estos tres pueblos situados en la frontera entre Galicia y Portugal decidieron que no querían ser ni una cosa ni la otra. Ni españoles, ni portugueses, un estado independiente y autónomo que funcionaba según sus propias normas. Así permanecieron hasta bien entrado el siglo XIX. Hoy, como sucede con Belchite Viejo, solo queda el recuerdo, pero pasear por sus calles es una buena manera de empaparse de esta y todas las historias que se viven entre fronteras.
Pueblos artísticos
Genalguacil, el pueblo hecho museo
Este pueblo de Málaga, uno de los muchos pueblos blancos de Andalucía, alberga más de 200 obras de arte. A mediados de los 90, un encuentro de artesanos tradicionales propició que las calles comenzasen a llenarse de pinturas y esculturas. Cuando uno pasea por Genalguacil debe estar atento a todo: las fachadas de las casas, las plazas, incluso los tejados. Este pueblo es un museo al aire libre que celebra, incluso, sus propios certámenes artísticos. Cuenta, además, con el Museo de Arte Contemporáneo Fernando Centeno.
Romangordo, el rincón del burro
El rincón del burro fue la obra que lo inició todo. En una de las fachadas de este pueblo de Cáceres se ilustró esta escena representativa del mundo rural y, como sucedió con Genalguacil, el arte encontró su camino. Hoy en día, pasear por Romangordo es un lujo, pues todos los rincones de esta localidad ofrecen escenas relacionadas con su historia o su cultura, bien de manera realista bien a través de divertidos trampantojos. También pueden leerse versos de Federico García Lorca, así como mensajes sociales.
Pueblos culturales
Urueña, libros y más libros
Este pueblo de Valladolid cuenta con una dilatada e importante historia, pero si por algo es conocido es por haber sido declarado Villa del Libro. Primero le llegó la denominación de Conjunto Histórico-Artístico y más tarde se reconoció la gran labor de sus librerías por llenar de literatura sus calles medievales. Cada vez son más los viajeros que pasean al amparo de su gran muralla con un ejemplar bajo el brazo. Es uno de los pueblos de España más curiosos.
Cabra, rutas flamencas
Son numerosas las rutas flamencas que pueden hacerse a lo largo y ancho de Andalucía. Algunas llevan por grandes localidades como San Fernando para conocer el origen de Camarón de la Isla, otras trasladan al Sacromonte granadino, conocido como el barrio gitano. Estas líneas proponen la cordobesa ruta de los cantes abandolaos, en honor al “Niño de Cabra”, que lleva por pueblos como Cabra que es, además, el centro geográfico de Andalucía.
Pueblos gastronómicos
Potes, disfrutarlo todo
Este es uno de los pueblos más bonitos de Cantabria y además, con su cocido lebaniego a la cabeza, uno de los lugares donde disfrutar de la gastronomía mientras se hace turismo. La cocina de Potes se ha compuesto siempre de alimentos presentes durante todo el año en la despensa, como los garbanzos o la cecina. En la capital de Liébana hay que probar también los quesos más típicos o el canónigo lebaniego, el postre típico de la zona, un merengue con caramelo elaborado sobre natillas.
O Grove, el sabor del mar
Cualquier punto de la costa gallega es un lugar excelente para disfrutar del sabor del mar, que también llega, en realidad, al interior. Dicen que en Melide, en A Coruña, se come el mejor pulpo de toda la comunidad. En cualquier caso, hay que decantarse por algún punto y estas líneas se decantan por O Grove, la península-paraíso de las Rias Baixas. La Fiesta del Marisco, celebrada cada año en el mes de octubre, es una de las más antiguas y populares de Galicia.
Pueblos y deporte al aire libre
Mundaka, la ola izquierda
En plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai, Mundaka no solo es uno de los pueblos más bonitos de Euskadi sino que destaca también por tener la mejor ola izquierda de Europa. Esta ola puede llegar a alcanzar los 4 metros de altura y los 400 de largo, lo que ha atraído, desde hace ya mucho tiempo, a surferos de todo el continente.
Ezkaray, esquí riojano
La «primera villa turística de La Rioja» tiene suficiente valor como para destacar sin necesidad de estar asociada a ningún otro elemento, como sucede con la mayoría de los pueblos, en realidad, pero es que además está muy cerca de la estación de esquí de Valdezcaray, ideal para toda la familia. Cuenta con 22 kilómetros esquiables repartidos en 6 pistas verdes, 6 azules, 10 rojas, 2 negras y 2 amarillas.
Patones de Arriba, escalada en Madrid
Casi de forma unánime se tiene a Patones de Arriba como el pueblo más bonito de la escalada. En torno a Patones existen cientos de sectores y vías donde practicar uno de los deportes al aire libre más estimulantes.