España tiene, por su situación geográfica y por su peculiar relieve, una variedad de paisajes de la que pocos países del entorno pueden presumir. Del Atlántico al Mediterráneo, son muchos los espacios en los que todavía podemos respirar el ambiente que tenía la península hace millas de años, antes de la acción humana. Desde las montañas solemnes hasta los bosques de todo tipo y las sorprendentes formaciones orográficas, el paisaje español es un catálogo de maravillas naturales que hay que visitar en algún momento.
Los lugares más bonitos para descubrir la naturaleza de España.
No hay provincia en nuestro país que no posea algún rincón en plena naturaleza, por lo que realizar una escapada breve para respirar aire puro es algo que en España no es nada difícil. Veamos algunos de los más bellos de esos escenarios naturales.
El Parque Nacional de Monfragüe
La escasa industrialización de Extremadura ha permitido milagros como este, una reserva de la biosfera donde poder contemplar el bosque mediterráneo primigenio junto a todas las criaturas que le dan vida. Las más espectaculares de estas criaturas son seguramente las aves, por lo que en Monfrague Se dan cita muchos aficionados a observarlas. El águila imperial, el buitre negro o el alimoche son algunas de las más admiradas, pero también la berrea del ciervo es un espectáculo único. Las rutas y actividades son numerosas, pero si hay algo que vale la pena es acercarse al mirador del Salto del Gitano y admirar la portentosa pared de roca de la Peña Falcón.
La Sierra de Cazorla
las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas forman un entorno poco menos que legendario, un parque natural en una provincia, Jaén, donde abundan estos parajes agrestes, de un salvaje atractivo. Lo impenetrable de la zona durante siglos ha dado lugar a un paraíso para senderistas y amantes de los deportes como el piragüismo. El ensanchamiento del Guadalquivir en el Pantano del Tranco representa un contraste formidable con lo fragoso de las simas y barrancos que abundan en esta reserva, el mayor espacio protegido de España.
La Alta Garrotxa
La comarca catalana de la Garrotxaen la provincia de Girona, es conocida sobre todo por su zona volcánica y por parajes tan celebrados como la Fageda d’en Jordà, además de tener pueblos tan fotogénicos como Castellfollit de la Roca o Besalú. Sin embargo, al norte de la comarca existe una amplia zona de naturaleza esplendorosa donde se pueden encontrar. panorámicas fantásticas y saltos de agua que enamoran. En esta reserva natural también tienen mucha fama las pozas, como el Gorg Blau, donde una cascada nutre esta piscina natural de un color azulado inolvidable, no muy lejos de la frontera francesa.
La CostaQuebrada
El cántabro litoral es un espectáculo en el que la naturaleza se ha mostrado tan generosa como caprichosa. A escasa distancia en dirección oeste desde Santander, la CostaQuebrada se puede recorrer durante todo el año para disfrutar de un litoral abrupto y sorprendente, lleno de pequeñas playas inverosímiles en que las formaciones rocosas han dado una forma extraña y seductora al paisaje. Hablamos de playas como La Arnía o El Madero, en que las crestas de roca y las ensenadas han creado vistas dramáticas que no parecen de este mundo. Recorrer a pie este litoral es una experiencia única que permite sentir la fuerza de los elementos y el poder abrumador de la naturaleza.
La Sierra Cebollera
La Sierra Cebollera discurre en el límite entre Soria y La Rioja, un rincón apartado de todo en el que reina una paz sin igual. el Parque Natural de Sierra Cebollera se encuentra en el lado riojano, en el vertiente norte del Sistema Ibérico, en el corazón de la comarca de Cameros. Se trata de una delicia para los amantes de las caminatas y los paisajes majestuosos, donde el bosque y los ocasionales saltos de agua imponen su ritmo. Pero también en el lado soriano hay agradables sorpresas, como la laguna glaciar que se abre entre hayedos y pinos a más de 1800 metros de altitud.
La Caldera de Taburiente
Canarias es la comunidad con más parques nacionales de toda España, algo que no sorprende a quien conozca la belleza que atesora cada una de estas islas. En la de La Palma, la gran reserva natural es el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, un formidable anfiteatro volcánico rodeado de picos tan impresionantes como el Roque de los Muchachos, el Pico de la Cruz o el Pico de la Nieve. A los pies de estas montañas, el mar de nubes es uno de los espectáculos más sensacionales junto a la Cascada de los Colores. Por si fuera poco, tiene uno de los cielos más cristalinos del mundo.
Las Islas Cíes
Las Islas Cíes son parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, y son probablemente el mejor balcón natural hacia la inmensidad del Atlántico. Su preservación, alejadas de la populosa Ría de Vigo, permite entrar en un paisaje virgen, admirable, que combina bosques con ensenadas, miradores escarpados y, sobre todo, las playas magicas del lado oriental. La fauna también está muy presente, y vale la pena acercarse hasta el observatorio de aves del Alto da Campá para descubrir toda la vida que anima estas pequeñas islas.
Torcas de Palancares y Tierra Muerta
A pesar de su nombre, esta reserva ofrece una imagen prístina de lo viva que puede estar la tierra. Las rutas que atraviesan esta zona dejan ver curiosas formaciones kársticas como las torcas o dolinas, que dan una idea de cómo se mueve la superficie de nuestro planeta. Algunas de ellas son la torca El Lobo o la de los Palancares, en que el suelo aparece hundido frente a imponentes paredes de tierra y roca. Situado a escasa distancia de la ciudad de Cuenca, este lugar tan especial permite enlazar además con el mayor parque natural de la provincia, el de la serranía de cuenca.
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Autor: Fran Agudo
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