Pocos hubiesen imaginado hace no demasiado tiempo que, apenas a una hora de Madrid, en la localidad de Brihuega (Guadalajara), existiera una gran superficie de campos de lavanda capaz de convertir a esta parte de la comarca de La Alcarria en un pedacito de La Provenza. El color morado se encarga de teñir unos paisajes bucólicos e inspiradores en cuanto la floración se hace presente bien entrado el mes de julio. Es entonces el momento de percibir el aroma de la lavanda, el espliego o los lavandines (la hibridación de ambos vegetales) y, por tanto, dejarse llevar por angostos carriles de tierra perfumada. Los campos de lavanda en Brihuega, insigne jardín alcarreño, se ponen de gala en esta época del año, atrayendo la presencia de un buen número entusiastas de la fotografía, parejas romanticonas y amantes de las puestas de sol más sublimes.
El propio pueblo de Brihuega, que bien merece ser conocido en cualquier época del año, se acicala con los colores de de esta flor decorando calles, plazas y escaparates, montando mercados de carácter provenzal y organizando un Festival de la lavanda en los días previos a la siega. Dado que la floración de los campos de lavanda en Brihuega tiene una vida corta, me gustaría mostrarte dónde, cómo y cuándo exactamente se puede ver este espectáculo que la naturaleza ofrece en la siempre apetecible provincia de Guadalajara. Además, con información actualizada para este verano de 2023.
LOS CAMPOS DE LAVANDA EN BRIHUEGA, UN FENÓMENO AGRÍCOLA… Y PARA EL TURISMO
Los orígenes del cultivo de lavanda en Brihuega
Todo comenzó hace más de cuarenta años cuando Álvaro Mayoral, un maestro del pueblo que veraneaba en Francia, trajo con él en su maleta unos esquejes de lavandín (un híbrido entre el espliego y la lavanda), los cuales se empeñó en plantar. Brihuega y los campos de alrededor, ya de por sí ricos en espliego, contaban con las condiciones idóneas para ello. Entonces apareció la persona clave en lograr que todo esto fuera a más, Emilio Valeros, entonces director técnico de Loewe, cuyos conocimientos técnicos permitieron que la extracción de la esencia de los lavandines fuera realidad. Hoy los números impresionarían al más incrédulo. Se ha superado el millar de hectáreas de plantación en esta parte de La Alcarria (aumentando casi un centenar cada año), propiedad mayoritaria de la familia Corral, su destilería puede trabajar con un par de toneladas diarias de esencia, algo inédito en Europa, y se puede asegurar sin equívoco que la de Brihuega representa un 10% de la producción mundial de lavanda (sólo superada por Provenza, China y Bulgaria).
Sus clientes, compañías de medio mundo (incluida la propia Loewe), emplean la esencia de la lavanda de Brihuega para elaborar productos de todo tipo como perfumes, cremas, geles y champús, aceites esenciales y un largo etcétera. El negocio se ha internacionalizado, potenciando una actividad económica que beneficia y da trabajo a cada vez más gente de la comarca.
Un espectáculo que atrae cada vez a más visitantes a Brihuega (y a La Alcarria)
Lo que podría haberse quedado en una anécdota sobre agricultura, plantas y cosmética se ha convertido de un tiempo a esta parte, en todo un fenómeno turístico. Brihuega y por supuesto, la comarca de La Alcarria, siempre habían gozado de atractivos como para no perderse una de las zonas más interesantes de Guadalajara. El Premio Nobel de Literatura, Camilo José Cela, en su «Viaje a La Alcarria» citaría a Brihuega como «Una ciudad antigua, con mucha piedra, con casas bien construidas y árboles corpulentos. La decoración ha cambiado de repente, parece como si se hubiera descorrido un telón.» El también admirado, Manu Leguineche, adoptó a Brihuega como su retiro, al que se refirió en su obra «La felicidad de la tierra». Realmente resulta imposible obviar el coqueto casco viejo del pueblo que se oculta en el valle del río Tajuña. Su conjunto amurallado, el castillo-camposanto de la “Peña Bermeja”, la Plaza del Coso y la cuevas árabes bajo la misma tejiendo una gran red de galerías subterráneas, la Real Fábrica de Paños o la Iglesia de Santa María de la Peña son motivos, más que suficientes para acercarse a la localidad. Razones por las cuales a Brihuega se le considera uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Guadalajara.
GUÍA DE BRIHUEGA (PARA TODO EL AÑO)
Recién salida del horno esta guía de viaje a Brihuega con lo mejor que ver y hacer en la villa (tanto en tiempo de lavanda como en cualquier época del año) y saber sobre su historia, sus muchos monumentos y los mejores sitios donde comer o quedarse a dormir. La villa amurallada de Brihuega, al completo en esta publicación.
Ahora cada verano, sobre todo durante su primera mitad, Brihuega vive desde hace algunos años una segunda juventud. Fue correrse la voz (y las fotografías, puesto que el papel de Instagram tuvo mucho que ver) y la gente, a sabiendas además de su cercanía de Madrid, se acerca a la zona para disfrutar de lo que pensaba tenía en Provenza a casi mil kilómetros de distancia. Mucho más próxima, mucho más accesible y aún humilde, la opción de los campos de lavanda de Brihuega es ideal para una escapada. Para algunos de una tarde, como fue nuestro caso en familia. Para otros incluso de un fin de semana entero. Razones hay, no cabe duda.
¿Cuándo ver la floración en los campos de lavanda de Brihuega?
Este fenómeno tiene una duración muy corta. Si bien depende de la climatología y no se trata de algo exacto, para ir a Brihuega y ver los campos de lavanda en todo su esplendor, suele esperarse a mediados de julio aproximadamente, aunque varía cada año en función del calor y las lluvias (en 2019, 2020, 2021, durante segunda semana del mes la cosa ya estaba muy avanzada, al contrario que en 2018, que apuró casi al final de la segunda quincena). En este 2023 la floración se inició a finales de junio debido al calor y escasez de lluvias. Su máximo esplendor se alcanzará en las dos primeras semanas del mes de julio. Es durante estos días del mes y hasta la siega (finales de julio, primeros de agosto, este año seguro se adelanta) cuando resulta más conveniente visitar los campos de lavanda y poder realizar las mejores fotografías.
Así que quienes están yendo ahora mismo a los campos los encuentran en forma y color idóneo. Pero la siega está a punto de comenzar, por lo que yo no lo retardaría demasiado.
Amanecer y atardecer entre campos de lavanda
La luz más óptima para fotografiar los campos de lavanda en Brihuega se da tanto al amanecer como al atardecer. Es a última hora del día cuando el cielo permite resaltar mejor las tonalidades moradas de los lavandines, aunque también cuando más personas acuden a despedir al sol en uno de esos atardeceres que se recuerdan para toda la vida. En pleno julio es obvio que el calor, incluso a horas tardías, puede rondar los 30 grados, pero merece totalmente la pena el esfuerzo. Otra cosa que conviene tener en cuenta es que, obviamente, allá donde hay flores (y hablamos de hectáreas y más hectáreas) hay abejas. De lo contrario no habría polinización y el mundo se iría al cuerno. Por lo que no se puede desear que no estén. Y, aunque los zumbidos resulten en ocasiones inquietantes, las abejas están tan concentradas yendo de flor en flor que si no se las molesta no sucederá absolutamente nada.
Debido a que cada vez hay más gente que no sólo está descubriendo los campos de lavanda en Brihuega sino, que además, repite cada año, es palpable que va creciendo la afluencia de visitantes verano tras verano. Las tardes de los viernes, sábados y domingos son las más concurridas. De lunes a jueves la cosa disminuye un poco, por lo que si se tiene posibilidad, casi mejor ir en estos días de entre semana para poder vivir una experiencia algo más relajada. Y, por supuesto, al amanecer (a partir de las 6:45) hay un par de horas realmente buenas donde se puede estar prácticamente a solas. Personalmente prefiero escaparme a esta hora, aunque toque madrugar.
¿Cómo llegar a Brihuega?
Desde el centro de Madrid a la localidad de Brihuega hay unos 90 kilómetros de distancia. Llegar en un vehículo particular resulta sencillo, ya que casi todo el camino es por la A2 (autovía de Barcelona). Se debe tomar el desvío nº73 en Torija (que puede decir que tiene uno de los castillos más bonitos de Guadalajara) para, a los pocos metros (sin necesidad de entrar al pueblo), acceder a la carretera comarcal CM-2011. A escasos 14 km se llega a Brihuega pueblo. Eso sí, los campos de lavanda, como es lógico, se encuentran en pleno campo y habrá que seguir avanzando a una de las dos grandes superficies donde los visitantes se dirigen para disfrutar de la floración (Lo explico de manera más detallada en el próximo apartado).
Existe la posibilidad de ir a Brihuega en autobús desde Madrid (Estación Méndez Álvaro) con la empresa Autocares Samar SA, que hace varias salidas al día durante el fin de semana. Desde la propia Guadalajara sí hay buses diarios que van hasta Brihuega.
¿Dónde se localizan los campos de lavanda en Brihuega?
El pueblo de Brihuega lo tenemos bien ubicado. Pero… ¿Dónde están los campos de lavanda? ¿En qué lugar se ubican exactamente? Preguntas clave que, a menudo y de manera inexplicable, se obvian en múltiples reportajes sobre el tema. Para hablar de la localización exacta de los campos de lavanda de Brihuega hay que hablar, sobre todo, de dos zonas diferenciadas pero igual de recomendables.
DIRECCIÓN MALACUERA-SOLANILLOS DEL EXTREMO (CARRETERA GU-925)
Para llegar a los campos que pueden resultar más fotogénicos para el visitante debido la ondulación del terreno, que es además donde se celebra el Festival de la lavanda, hay que dejar atrás Brihuega y tomar la carretera GU-925 en dirección Malacuera/Solanillos del Extremo. Es un trayecto de 9 kilómetros por carretera estrecha, e incluso hay que pasar la propia Malacuera. Apenas 5 minutos después de esto ya se observan los tonos morados de los lavandines. Hay apartaderos donde poder dejar el coche, aunque no suelen tardar en llenarse cuando llega el atardecer, sobre todo durante los fines de semana de julio. Hace algunos años cobraban 2€ para poder acceder a los campos, pero se dejó de hacer y ahora es algo totalmente gratuito (lo que no quita que haya que respetar la plantación, que es propiedad privada y los dueños permiten amablemente pasar por los caminos de tierra sin necesidad de pisar los lavandines en flor).
Hay un pequeño kiosko de madera donde se venden productos de la lavanda (perfumes, jabones, esponjas, aceites, ambientadores, etc.). La persona que lo atiende es realmente amable, por cierto, ayudando a los visitantes a ubicarse en el entorno o contando cómo comenzó toda esta historia de la lavanda en Brihuega.
Suele ser el preferido para muchos para tomar fotos (aunque no el más concurrido) porque la plantación no está situada en una llanura sino que posee ciertas ondulaciones, lo que permite jugar algo más con la cámara de fotos.
DIRECCIÓN SIGÜENZA/ALMADRONES (CARRETERA CM-2005)
Son los campos de lavanda más próximos a Brihuega. Éstos quedan al norte del pueblo, a algo menos de 5 kilómetros, tomando la carretera CM-2005 en dirección Sigüenza/Almadrones (y la propia A2). Se ven al poco de abandonar la villa. Ofrecen una sensación de gran extensión que se pierde en el horizonte. Quizás, por su ubicación occidental, suelen resultar los más adecuados para contemplar puesta de sol. Y existen mayores facilidades para el aparcamiento. También son, por supuesto, los más visitados.
La gente suele detenerse en el principio, nada más ver los campos, pero éstos se extienden hasta llegar prácticamente al famoso Área 103 de la A2 (se divisan desde la Venta de Almadrones). Mi consejo, si no se quieren tomar fotografías con muchas personas en medio, es avanzar un poco más del aparcamiento habilitado. Los campos son muy grandes para poder vivirlos de una manera algo más íntima.
¿Cómo visitar los campos de lavanda de Brihuega?
La mayoría de las personas que visitan los campos de lavanda de Brihuega lo hacen por libre, ya que resulta sencillo llegar y, además, no están sujetas a horario o a necesidad de ir en grupo. Ya sea con su vehículo particular o alquilado, el cual se puede aparcar de manera gratuita en los espacios habilitados para ello junto a las plantaciones, es mucho más cómodo. Estando en Madrid resulta una escapada cómoda para cualquier día de la semana.
De todos modos el propio ayuntamiento de Brihuega a través de la Oficina de Turismo (Plaza del Coso, 14) organiza varias salidas durante los fines de semana, generalmente a las 19:00 y a las 20:30 (hora perfecta para el atardecer) a un precio módico de 3 euros. La duración suele ser aproximadamente de una hora.
Para reservar o pedir más información se debe escribir a oevuhrtnghevfzbqrfrafnpvbarf@tznvy.pbz o llamar al teléfono 658 885 127. Así como personarse en la propia oficina de turismo. Cabe advertir que se trata de visitas en grupo y se suelen agotar con cierta premura. Por otro lado en breve se podrá descargar e su web el programa de actividades de este año para informarse de todo lo que se va a hacer este año (con plena actividad tras la pandemia).
También hay empresas privadas como Britur enfocadas a la comarca de La Alcarria que organizan rutas de senderismo explicado por los campos de lavanda, visitas a las destilerías, etcétera. Además a diario. Ideal ara visitar privadas o en grupos más reducidos. Puedes consultar más información en www.disfrutadelaalcarria.com/mes-de-lavanda-brihuega-britur-alcarria.
Estas visitas guiadas se mantienen durante el mes de julio de 2022.
Existe otra posibilidad de ver los campos de lavanda de Brihuega desde una perspectiva diferente al igual que increíble… ¡En globo! Se proponen salidas en esta época para sobrevolar la zona, pero las plazas que salen se agotan enseguida (se pueden reservar con antelación pinchando aquí).
¿DÓNDE COMER Y DÓNDE DORMIR EN BRIHUEGA)
- Para comer: Restaurante Princesa Elima (Paseo de la Fábrica, 15. Tel: 949 34 00 05). Especialidad en carnes. Probablemente el mejor sitio para comer y cenar en la zona. En fines de semana o en temporada de la lavanda en flor, conviene reservar con antelación. Junto al castillo (dejando atrás la Puerta de Guía) el Restaurante Peña Bermeja está realmente bien. Su terraza es perfecta para las noches de verano. También resulta ideal el Hostal Restaurante Villa de Brihuega (C/ Martia Cristina, 7, junto a la Puerta de la Cadena) para tomarse unas buenas raciones.
- Dónde dormir: Con toda seguridad Hotel Spa Niwa (Paseo Jesús Ruiz Pastor, 16) es el mejor alojamiento de Brihuega, con unas instalaciones perfectas para el descanso y el relax después de una intensa visita a los campos de lavanda o al casco histórico. El ya mencionado Princesa Elima también es hospedería (la Suite Princesa Elima, decorada como un cuarto de riad marroquí, es una preciosidad). Más céntrico imposible el Hostal Villa de Brihuega, inaugurado hace muy pocos años. Se espera la apertura en los próximos meses de un hotel balneario de la cadena Castilla Termal en la que fuera la Fábrica de Paños.
Más información en la Guía de viaje de la villa amurallada de Brihuega.
El festival de la lavanda en Brihuega
Lo que en 2015 empezó siendo casi una fiesta familiar y con amigos para celebrar la cosecha de la lavanda ha pasado a convertirse en uno de los eventos más importantes del verano en Castilla-La Mancha. Durante dos días (viernes y sábado) de julio se celebran conciertos al aire libre en el corazón de los campos de lavanda, concretamente en el que se llega por la carretera GU-925 ya pasado Malacuera (Coordenadas GPS: GPS: 40º45’27”n 2º47’9”w. Punto kilométrico 7’7 de la carretera GU 925 en dirección a Olmeda del Extremo). La gente acude vestida totalmente de blanco y se sienta en sillas perfectamente dispuestas para la ocasión.
En 2023 el Festival se ha celebrado los días 14 y 15 de julio con Taburete y Víctor Manuel. .
Otros años han participado artistas de la talla de El Cigala, Estrella Morente, Café Quijano, Soledad Jiménez, Luz Casal o Pitingo.
Respeto al entorno natural
Lo de Brihuega y los campos de lavanda es una suerte. Para muchos un regalo inesperado, porque eso de tener tan accesibles las imágenes que tantas veces hemos visto del interior de la Provenza, es algo a lo que debe dársele la importancia que merece. Por eso que, ahora que somos más los visitantes que llegamos a estos lugares, es necesario extremar los cuidados para proteger los cultivos y, por tanto, esos paisajes tan idílicos que se forman cada verano. Es más importante que nunca mirar bien dónde se pisa, no arrojar nada al suelo (mascarillas o colillas de cigarro tampoco), no arrancar flores (cosa que vimos hacer a más de un visitante) y ayudar a mantener entre todos este colorido espectáculo que florece en La Alcarria. El respeto consiste en dejar las cosas como te las has encontrado para que las disfruten de la misma manera quienes lleguen después de ti. Sólo así el espectáculo podrá continuar.
Realmente la provincia de Guadalajara nunca va a dejar de sorprenderme. La Alcarria, los pueblos negros, Sigüenza, sus muchos castillos y su buen románico (un ejemplo es la iglesia de San Salvador en Carabias), la medieval Molina de Aragón, el barranco del río Dulce, el Alto Tajo, el entorno de los pantanos de Entrepeñas, Buendía y Bolarque…. Tiene algunos de los pueblos más bellos de Castilla-La Mancha y, a pesar de su cercanía con la capital de España, continúa siendo una profunda desconocida.
Para más ideas recomiendo leer esta selección de los pueblos más bonitos que ver en Guadalajara.
Ahora Guadalajara, además, tiene campos de lavanda. ¿Qué será lo próximo?
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
PD: Si os ha gustado el artículo no dudéis en asomaros a otros lugares relacionados con Guadalajara, Castilla-La Mancha o la categoría RINCONES DE ESPAÑA. También este lugar forma parte de las 52 escapadas o excursiones de un día desde Madrid (uno para cada semana del año).
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