En esta ocasión viajamos a una de las cimas espirituales de Cataluña: el santuario de la Mare de Déu del Far, situado a más de 1000 metros de altitud. Cuenta la leyenda que, durante una noche de tormenta, este lugar situado a más de 100 kilómetros del mar fue visto por un grupo de marineros que intentaba sobrevivir. Su presencia los guió hasta dejarlos a salva.
Sin importar la veracidad de este relato, hay que quedarse con el concepto que sirve como base. Este santuario da la sensación de estar situado casi en el cielo, tan alto que cualquiera puede verlo. Y ofrece unas vistas espectaculares a las que, dicen quienes lo conocen, siempre se quiere volver..
Un poco de historia de un templo de vértigo
Se tienen noticias de la existencia de este lugar desde mediados del siglo XIII. Llegó a obtener indulgencias a través de una bula papal de Juan XXII, dada en Aviñón, lo que certifica la influencia bien de los fieles, bien de los párrocos. El templo que existía entonces, sin embargo, desapareció a mediados del XV debido a un terremoto. En todo caso está certificado que desde el principio fue un lugar de peregrinación y devoción. Todavía se guarda una imagen de Santa María del siglo XV, gótica y restaurada a comienzos del siglo pasado.
El actual santuario de la Virgen del Far, a pesar de su historia anterior, puede tener su primer reflejo en el siglo XVII, cuando la devoción por la virgen aumentó. La destrucción parcial del templo durante la guerra civil no tuvo efecto en esta dedicación de los habitantes de la zona. Hoy en día, cada último domingo de agosto se celebra una romería a la que acuden cientos de personas.
Las claves del santuario de la Mare de Déu del Far
El santuario de la Mare de Déu del Far se encuentra en el municipio de Susqueda, dentro de la provincia de Geronamás o menos a una hora de distancia de la capital. Su principal característica pasa por estar situado a más de 1000 metros de altura.ofreciendo así unas vistas espléndidas del pantano de Susqueda, los bellos riscos de Tavertet y los grandes picos del Montseny.
La principal atracción de este rincón, al margen de esas vistas, es la iglesia. Levantada en piedra y siguiendo los dictámenes del estilo gótico, forma junto a un restaurante y una hostería el conjunto de la cima, que cuenta también con una zona de pícnic. Dentro de ella, Destaca el icono marino de la Virgen del Far, la protagonista del santuario.. Como se ha dicho, data del siglo XV y es gótica. Se trata de una talla rara en la zona, ya que este tipo de imágenes no abundan en esta zona.
Ese templo impresiona como impresionan a todos los que se encuentran en lugares aislados, de difícil acceso todavía en la actualidad. Hay un sinfín de ejemplos repartidos por la península, pero este es sin duda uno de los más impresionantes. Para alcanzar el santuario debe seguirse una vertiginosa carretera. repleta de curvas imposibles. Cuando uno se acerca al borde del acantilado, y puede hacerlo prácticamente en cualquier dirección, se siente, como se ha dicho antes, en la cima de Catalunya, aunque haya lugares mucho más altos en esta comunidad. Pero, en fin, a veces la sensación vale más que la evidencia.
Rincones cercanos al santuario de la Mare de Déu del Far
El descubrimiento del santuario de la Mare de Déu del Far puede y debe completarse con una exploración completa de la zona en la que se encuentra, pues este rincón vale una mañana o una tarde, pero aquí planteamos un fin de semana. Así que se debe visitar Rupit, uno de los pueblos medievales más bonitos de Girona y de Catalunya en su totalidad. Los paseos tranquilos y el disfrute de sus alrededores le convierten en un buen punto de partida para esta propuesta de escapada.
Dada su proximidad, también es obligatorio añadir una parada en el parque natural de la zona volcánica de la Garrotxaque guarda uno de los paisajes históricos más curiosos de la península ibérica. Aunque situado a una distancia mayor, si se tiene oportunidad no es mala idea descubrir Castellfollit de la Roca, que se alza también sobre un riesgo, en este caso de 50 metros de altura. El pueblo ocupa toda su longitud, ofreciendo calles tan estrechas y unas vistas también espectaculares.
Subiendo al santuario de la Mare de Déu del Far se descubre el cielo de Catalunya. Porque las sensaciones desde la cima, para todo amante de las alturas y también del arte, son inolvidables.. Y, por si fuera poco, los alrededores de este santuario son iguales de bellos e históricos.
Sigue nuestro canal de WhatsApp para descubrir lo más fascinante de España.
Autor: Judith Torquemada
Fuente de contenido