El Monasterio de Santa María la Real de Oseira (Osera, en castellano) es, junto al de Sobrado, el de mayor tamaño e importancia de Galicia. Los monjes cistercienses lo habitan y cuidan, procurando un ambiente de espiritualidad. No en vano ha sido bautizado como el ‘Escorial gallego’.
Este monasterio se instaló estratégicamente en un lugar muy aislado, al pie de la Sierra de la Peña Viedosa, para que los monjes oren y mediten. Actualmente, tiene el papel de final de etapa y espacio de descanso de los peregrinos a Compostela.
Un poco de historia del Monasterio de Oseira
El Monasterio de Oseira es quizás, después de las catedrales, el monumento arquitectónico más grandioso de los que podemos encontrar en Galicia. Es un monasterio trapense (es decir, de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia o de la Trapa) de fundación real. A lo largo de su historia, tuvo una gran importancia económica y social en la comarca.
Es el primer convento del Císter en la historia de Galicia. Se encuentra entre los grandes monumentos de esta comunidad autónoma. Algunos, por su magnificencia, lo denominan el ‘Escorial gallego’. Se dice que cuatro ermitaños tuvieron una visión y decidieron hacer vida monacal en este lugar apartado donde entonces debían de abundar los osos (Ursaria, de ahí su nombre).
Documentalmente, se conoce su existencia desde 1137, cuando Alfonso VII legalizó la fundación. Poco después se convirtió en un monasterio dependiente de la Orden del Císter. Más tarde, en el año 1141, se instaló una colonia de monjes franceses enviados por San Bernardo.
Los siglos XII y XIII fueron los de mayor esplendor de Oseira, que empezó a decaer en el XIV. En el siglo XVI, el monasterio entró en la Congregación Cisterciense de Castilla, aflorando de nuevo con una renovación artística que impulsó las obras realizadas durante los siglos XVI, XVII y XVIII.
El conjunto monástico fue abandonado en 1835 con la desamortización de Mendizábal. Este hecho favoreció el expolio de sus obras de arte. Los monjes regresaron en 1929.. Su retorno dio comienzo a una gran labor de restauración, que continúa en la actualidad. Esto les hizo merecedores del premio Europa Nostra, concedido por la Unión Europea en 1989.
Desenterrando los secretos del ‘Escorial gallego’
El monasterio llama la atencion por su monumentalidad en medio de la naturaleza del valle gallego. Aúna elementos románicos, góticos, renacentistas y barrocos. En el exterior, las fachadas barrocas de la iglesia y el convento, ambas almohadilladas, forman un ángulo recto.
Cuenta con una iglesia románica de transición, tres claustros de distinta época y una sala capitular de gran vistosidad. La entrada al Monasterio de Oseira se hace por el Claustro de los Caballeros (1713 – 56), con la escalinata de honor herreriana. Esta posee una llamativa decoración en los peldaños.
De aquí se pasa al Patio de las Procesiones (siglo XVI), con efigies situadas en las arquerías, que representan rostros de personajes históricos. También al Claustro de los Pináculos (segunda mitad del XVI), con una elegante fuente en el centro.
LaIglesia Abacial fue construida hacia los años 1200 y 1239 y está considerada como una de las obras maestras de la arquitectura cisterciense en la Península Ibérica. Claramente influenciada por el modelo de iglesias de peregrinaciónen concreto por la Catedral de Santiago en elementos como la disposición de las capillas y de la girola. No obstante, hoy está muy alterada.
Es de planta de cruz latina con tres naves (muy estrechas las laterales), crucero y cabecera con girola. Sobre el crucero hay una cúpula nervada decorada con pinturas murales.. A través de la sacristía se entra a la Sala Capitular (conocida como sala de las palmeras).
Se trata de una obra gótica del siglo XV cubierta con bóvedas estrelladas. Estas se apoyan en ménsulas y cuatro columnas helicoidales de las que parten los nervios en forma de palmera. Estos soportes con forma de palmera, que se abren en infinidad de nervios, recuerdan los soportes de la lonja de Valencia, realizados en la misma época.
En el antiguo refectorio monacal puedes visitarse el Lapidarium o Museo de la Piedra. Es una colección de y fragmentos de piedra que forman parte de la historia del monasterio. Se han obtenido durante las restauraciones y excavaciones arqueológicas, como lápidas, capiteles, columnas, elementos decorativos, etc.
Junto al Monasterio de Oseira, un edificio alberga el Museo Etnográfico Olimpio Liste. Su visita supone un recorrido detallado por cuatro aspectos fundamentales de la cultura tradicional del Ayuntamiento de Cea. Hablamos del trabajo agrícola, los oficios tradicionales, objetos de carácter singular en la vida rural gallega y la exclaustración monacal.
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Autor: Redacción EF
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