El arte ha sido desde siempre una de las principales vías de cuestionamiento de la realidad, sobre todo de las normas y lazos invisibles que sujetan al género humano de múltiples formas. Ese afán rupturista ha dado lugar, desde hace ya muchos años, a polémicas y escándalos de todo tipo en el mundo artístico, a veces puramente estético, otras con un trasfondo político o religioso. En los últimos tiempos ha continuado esa cadena de censuras y cancelaciones para determinadas obras, que llevaban el carácter provocador de la creación plástica a niveles considerados excesivos por las autoridades, el público o ambos. Ahora, en Barcelona, una iniciativa museística se ha propuesto reunir muchas de esas obras controvertidas en un solo espacio: el Museo del Arte Prohibido. Uno de los museos españoles más curiosos donde se han congregado casi 200 obras que tienen en común un historial de prohibición y escándalo.
Arte proscrito en un edificio modernista
El Museo del Arte Prohibido es una iniciativa del empresario y coleccionista Tatxo Benet, que ha reunido todas estas piezas con la intención, según se expresa en el manifiesto del museo, de ser una colección «irónica y reflexiva, mordaz y liberada, crítica y empoderadora». ». El edificio escogido para acercarla al público es la Casa Garriga Nogués, una magnífica construcción de estilo modernista ecléctico obra de uno de los arquitectos más prolíficos y destacados del modernismo catalán, Enric Sagnier. Sagnier realizó este edificio para el banquero Rupert Garriga Nogués, en el cuadrado de oro del Eixample barcelonés (conocido así por la cantidad de edificios modernistas que concentra). El público local puede conocer este elegante edificio por haber sido sede de otra colección museística, la de la Fundación Francisco Godia, entre 2007 y 2015. Del edificio de Sagnier destaca un balcón sostenido por cuatro columnas obra del escultor Eusebi Arnau, que representa las cuatro etapas de la vida. En el interior, por su parte, las estrellas son la majestuosa escalera de mármol y los maravillosos vitrales.
Algunas de las impactantes obras del Museo del Arte Prohibido
En la edición de la feria ARCO de 2018, el fundador de este museo se hizo con una de las obras más polémicas de los últimos añosla instalación Presos políticos en la España contemporánea, de Santiago Serra. Apenas unas horas más tarde de la venta, la galería responsable la retiraba de su sitio, a causa de lo incómodo de su mensaje. Ese episodio fue la génesis de este museo, que despliega ante el visitante obras tan cuestionadas como las que vamos a ver ahora.
Ai Weiwei, Filippo Strozzi en Lego2016
El artista chino es conocido por su calidad de disidente político en su país, una condición que ha marcado profundamente su obra. En esta pieza, vemos un retrato de una figura histórica realizada con piezas de Lego, que corresponde a un personaje florentino con el que se identifica por haber sufrido también persecución a causa de sus ideas. Aquí, por tanto, el perseguido es el propio artista y el personaje retratado, más que la obra en sí.
Francisco de Goya, los caprichos1797-1799
Incluso una figura inmortal como Goya tuvo problemas a causa de algunas de sus obras, como esta serie de grabados en los que se criticaban y satirizaban muchas costumbres de su época. El hecho de que el clero y la nobleza era blanco de sus sátiras dio pie a una denuncia a la Inquisición, y Goya, temeroso de las consecuencias, retirado apresuradamente del mercado estas obras. De la famosa serie de grabados se muestran aquí algunos como Ya van desplomados, mala noche, Duendecitos, el vergonzoso y muchos otros, hasta un total de dieciséis.
Abel Azcona, Amén oh La pederastia2015
Si hay un nombre en España ligado a las polémicas con la Iglesia es el de Abel Azcona, acusado de blasfemia y censura sistemáticamente. Un buen ejemplo de su obra, implacable con la institución eclesiástica, es Aménmás conocida como La pederastia, una instalación conceptual que Azcona realizó tras visitar durante varios meses iglesias y parroquias vinculadas a su niñez. En esas visitas reunió las 252 hostias de las que se componen la obra, obra que motivó un sinfín de protestas y demandas judiciales.
Inés Doujak, No vestido para conquistar – HC04 Transporte2010
Otra escultura que levantó mucho revuelo es esta de la artista austríaca Ines Doujak, que muestra nada menos que Alabama rey emérito sodomizado por una sindicalista y un perro. La grotesca escultura motivó en su momento la suspensión de una exposición colectiva en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, el MACBA, y la petición que hizo el propio director del centro de que se retirara, por considerarla inapropiada.
Pablo Ruíz Picasso, Rafael y la Fornarina y suite 347
Otro genio español presente en la colección es picassoque hacia el final de su vida realizó dos series de dibujos con un carácter sexual más o menos evidente. Rafael y la Fornarina Vienen a ser variaciones sobre un cuadro de Ingres de 1814, mientras que la serie 347 son unos bocetos realizados a lo largo de 1968. El malagueño, pese a su avanzada edad, no dejaba de ser un adepto del erotismo y la sensualidad, como demostrar estas obras de pequeño formato.
Eugenio Merino, siempre franco2012
Una figura hiperrealista de francovestido de gala y metido dentro de una nevera de refrescos, fue la escultura que llevó a su creador, Eugenio Merino, a enfrentarse a una demanda por “atentado al honor” del dictador y la fundación que lleva su nombre. Exhibida por primera vez en ARCO en 2012, finalmente la justicia reconocería que se trataba simplemente de arte y no suponía delito alguno. En palabras de su creador, la intención no era dañar al personaje, sino mostrar un icono de nuestra sociedad.
La muestra de obras problemáticas va mucho más allá de estos ejemplos que acabamos de ver, e incluye nombres tan afamados como Andy Warhol, Gustav Klimt, Antoni Tàpies o Miquel Barceló, además de otros artistas internacionales de prestigio como Robert Mapplethorpe, Keith Haring o Banksy. Todos ellos han tenido en algún momento algún encontronazo con los límites de lo aceptable, y esta colección viene a reivindicar precisamente eso, además de convertirse desde ya en uno de los museos más singulares de Barcelona.
Autor: Fran Agudo
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