Entre las calles Rosselló, Provença, Nicaragua y Entença, muy cerca de la estación de Sants, se encuentra uno de los edificios con más historia de Barcelona. Una prisión que durante 113 años acogió a millas de presos y que actualmente se ha convertido en un espacio memorial. Aunque durante poco tiempo, porque el Ayuntamiento convirtió el recinto que ocupa dos manzanas en equipamientos urbanos y viviendas.
Breve historia de la cárcel
Para conocer los inicios del Centro Penitenciario de Hombres de Barcelona hay que retroceder hasta el año 1881. Desde entonces y hasta 1904 se llevó a cabo la construcción de la que Iba a ser una prisión moderna y ejemplar. que tenía que servir de modelo para el nuevo sistema penitenciario. De hecho, de ahí proviene el nombre con el que se la conoce popularmente: La Modelo o La Model.
El proyecto arquitectónico fue elaborado por Salvador Viñals y José Doménech y Estapá. Con la intención de que fuese innovador, construyeron la prisión con un diseño panóptico o, lo que es lo mismo, de manera en que toda la parte interior pudiese verso desde un solo punto. De este modo, había un centro de control desde el que salían seis galerías en las que se ubicaban 600 celdas. Los vigilantes podían controlar desde el centro todas y cada una de ellas. No obstante, los reclusos no podían ver más allá de los barrotes tras los que se encontraban.
Desde 1904 y hasta 2017, por esta famosa prisión de Barcelona pasó multitud de presos. También son muy diversos los delitos por los que acabaron ahí. Sobre todo durante el franquismo, muchos de los varones que se encontraban allí encerrados eran presos políticos. Algunas personas fueron encerradas por ser homosexuales. Otros estuvieron en La Modelo por robar y pasaron poco tiempo entre rejas. Pero no tuvieron la misma suerte las 24 personas que fueron ejecutadas con garrote vil.
La Modelo pronto dejó de ser modélica y vivió un sinfín de revoluciones sociales. También hubo motines, el primero de ellos en 1906, y el más conocido en abril de 1984, con Juan José Moreno ‘El Vaquilla’ como protagonista principal. Y por si eso fuera poco, la prisión se vio engullida por una ciudad que crecía a un ritmo vertiginoso, y su diseño innovador quedó tan desfasado que en 2017 prefirieron trasladar a los presos a otro lugar.
¿Cómo era la vida en La Model?
Tal y como se indicaba unas líneas más arriba, esta prisión histórica de cataluña se ideó como un centro moderno y revolucionario. Sin embargo, no todas las ideas iniciales se cumplieron. Por ejemplo, cabe señalar que la prisión tenía capacidad para aproximadamente 800 reclusos que después de la Guerra Civil se convirtió en 13 000 e incluso más.
Hubo temporadas en que convivían entre ocho y diez presos por celda. No dormían en letras, sino hacinados en colchones que tiraban por el suelo. Y solamente tenían su propia compañía, porque al cruzar los muros de la prisión se les quitaba todo cuanto tenían.
La vida para ellos parecía no pasar, y así lo han explicado algunos presos que han hablado con quienes se han acercado a algunas de las visitas guiadas que hoy en día se llevan a cabo allí. Ni aunque dispusiera de gimnasio, teatro o escuela. Porque como en otras cárceles, en La Model de Barcelona a los reclusos se les daba la oportunidad de sacarse el graduado escolar o hacer algún que otro curso.
Por otro lado, en La Modelo tenían cocina, biblioteca, sala de paquetería, comedores, enfermería, geriátrico, almacenes, talleres, sala de frente a frente y patio. Aunque lo cierto es que los reclusos de la galería cinco no lo veían demasiado: eran los de aislamiento y los condenados a pena de muerte. Pero ni siquiera quienes podían ver con más asiduidad la luz del sol vivían en mejores condiciones.
La Modelo de Barcelona se convirtió en un lugar donde las condiciones de vida eran deplorablesprimero con la masificación tras la guerra y después con el auge de ciertos tipos de drogas. Según las guías que acompañan a los visitantes durante los recorridos por la prisión, las condiciones de vida allí eran mucho peores de lo que cualquiera pueda llegar a imaginar.
El modelo del presente y del futuro.
La prision revolucionaria cerró sus puertas en el año 2017, después de 113 años de historia. Tras una larga lucha vecinal, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña llegaron a un acuerdo para clausurar la prisión. Los presos que por aquel entonces vivían entre sus rejas fueron trasladados. Por su lado, el Ayuntamiento se encargó de transformar el recinto en un punto de dinamización social, cultural y comunitaria.
Desde entonces se han realizado tanto visitas guiadas como visitas por libre a La Modelo. Y son muchas las personas que se han animado a cruzar sus puertas para conocer en primera persona cómo era la vida allí. Porque no solamente hay guías que lo explican; algunos presos también han trabajado en la cárcel para contar sus propias experiencias a los visitantes. Además, el recorrido está repleto de carteles informativos donde se detallan los momentos más importantes que se vivieron dentro de sus muros. También hay muchas fotografías que ilustran su historia.
Pero esto no será siempre así. El Ayuntamiento de Barcelona tiene un proyecto para transformar definitivamente este lugardiseñado tras escuchar a los vecinos del Ensanche. Por un lado, quieren dejar un espacio conmemorativo en el que siempre se puedan recordar las muchas historias que se tejieron dentro de La Modelo. Además, quieren usar parte del terreno para construir equipamientos municipales, como un instituto escuela y un polideportivo, y también levantar allí mismo más de un centenar de viviendas sociales. La antigua prisión también acogerá un nuevo parque urbano que la dotará de espacios verdes.
Autor: Judith G. Noé
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