Es difícil no recordar aquel personaje de Nicole Kidman en la película Los otrosuna devota madre de dos hijos que, como ella, sufre una extraña sensibilidad a la luz. La mansión donde habitan es un personaje más de la película, y el aire misterioso y gótico que tiene no podría ser más idóneo para una historia de fantasmas como la que nos cuenta Amenábar. Aunque la acción se sitúa en la Isla de Jersey, en el Canal de la Mancha, y la mansión no desentona en absoluto con esa ambientación, lo cierto es que se rodó en España, en una finca muy especial que se encuentra en Cantabria y que vamos a conocer un poco mejor.
El palacio inglés que hospedó a ‘Los otros’
El lugar es una pequeña aldea del municipio de Arenas de Iguña, en Cantabria, a 50 kilómetros de Santander. Allí, en un prado de los que abundan por el norte, rodeado de verdes colinas y cerca de un estanque, se alza el Palacio de los Hornillos, también conocido como Palacio de las Fraguas, que es el nombre de la aldea. La finca tiene una extensión considerable y alberga varias construcciones.
La mansión de la película es un palacio construido entre 1897 y 1904 por un arquitecto inglés, Ralph Selden Wornum, lo cual explica esas líneas más propias de la campiña inglesa que de la comarca del Besaya. Dentro de ese estilo tan inglés, el Palacio de Hornillos se encuadra en la corriente del pintoresquismo, y más concretamente en la arquitectura neogótica que tuvo tanto éxito en la época. Las marcadas pendientes de su silueta se levantan en la zona más elevada del terreno, en conexión con los lagos artificiales a través de una elegante escalinata. Hay, por último, una construcción anexa para las cocinas y los establos, mucho más humilde, realizada en ladrillo con entramado de madera. Del palacio, además de los tejados y las ventanas tudor, llaman la atención la torre y los cinco vanos de la arcada frontal. Toda una casa de Campo donde también había altas chimeneas de ladrillo y terrazas al más puro estilo británico.
Sin embargo, esta no es la construcción más antigua del conjunto. La edificación con más historia es la Casona de las Fraguaslevantada a finales del siglo XVIII con piedra de mampostería, sillería y entrevigado de madera, y que se amplió en 1840. Dentro del recinto, además, quien lo visite puede encontrar otras edificaciones tan curiosas como una torre vigía, a la que no le faltan sus almenas, y una iglesia con forma nada menos que de templo griego, conocida popularmente como el ‘Partenón cántabro’.
Una historia ligada a la aristocracia.
La primera edificación la mandó hacer Rafaela Ortiz Mioño, XII marquesa de Cilleruelo, mientras que el palacio de estilo inglés fue una iniciativa del duque de Santo Mauro, Mariano Fernández de Henestrosa, que era jefe de palacio del rey Alfonso XIII. De hecho, el monarca pasó en este palacio varios veranoshasta que se construyó el suyo propio, el palacio de la magdalena. Es llamativo que el estilo del Palacio de los Hornillos influyó en las líneas de otros que aparecieron por Cantabria. Así, el propio palacio del rey en Santander recoge una influencia bastante clara de aquel donde se albergó en Las Fraguas. La ilustre familia que mandó hacer estas impresionantes construcciones se mudó de la casona al palacio en 1910, ya día de hoy, tras una renovación llevada a cabo el año 2006, sigue siendo la propietaria del conjunto. Dicha renovación ha permitido que, en la actualidad, la casona sea un recinto donde se celebran bodas y otros eventos, aprovechando las más de 50 hectáreas de jardines con árboles y lagos.
El rodaje Los otros se llevó a cabo durante el año 2000; una de las condiciones que había puesto el director para realizar el proyecto era poder rodar en España, y el Palacio de los Hornillos cumplió de manera excelente su papel. Sin embargo, no ha sido la única película que se ha rodado en este escenario singular. Poco después del estreno de Los otrosel director Imanol Uribe rodó aquí mismo su película El viaje de Carolla historia de una chica de 12 años que llega a España en 1938.
Conocer el entorno del Palacio de los Hornillos
La zona del Alto Besaya, en el mismo centro de Cantabria, depara otros muchos atractivos a quien se acerca a ella. Paso histórico entre Castilla y la costa cántabra, es notable por su calzada romana, que actualmente es un magnífico sendero a través de bosques umbríos, y que posee también un buen número de iglesias mozárabes y románicas. Algunos templos destacables son el de San Facundo y San Primitivo, en Silió (Molledo), o el de San Cosme y San Damián, en Bárcena de Pie de Concha, que muestra la estructura típica de las iglesias de la comarca, con una sola nave. . Aparte del de los Hornillos hay otras muestras interesantes de palacios y caserones, como la casa del inventor local Leonardo Torres Quevedo, la vieja torre de los Quevedo o la casa palacio de Díaz de Quijano.
La naturaleza también está muy presente en estas tierras, y los amantes del senderismo no pueden perderse el Parque Natural de Saja-Besaya, abundante en ríos y arroyos que surcan valles entre cimas de más de dos mil metros. Cerca del monte Canales heno hermosos bosques de robles, hayas, acebos y avellanos, que son un entorno especialmente primoroso en los meses de otoño. Uno de los recorridos más recomendables por estas tierras es el que coincide con el Camino Real de Reinosa a Santander, que nos traslada a la época en que el transporte de harina y de lana era fundamental en la comarca, pero lo cierto es que las opciones son variadas y todas ellas deliciosas.
Autor: Fran Agudo
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