Ubicada en lo más profundo de la garganta del río Mundo y enmarcada por las espectaculares y afiladas paredes que lo encierran, su entorno natural le ha válido el sobrenombre de la ‘Suiza manchega’. A continuación repasamos el pasado y presente del pequeño paraíso conocido como Ayna.
Ayna, en Albacete, Castilla-La Mancha, destaca por rincones como su cueva y el centro de interpretación. También son muy atractivas las ruinas del castillo y el resto del caso urbano. Se trata de un destino al que dedicar un día completoporque el entorno es magnífico e invita al relax y al paseo.
Un paseo por la historia de Ayna
Los orígenes de la localidad se remontan al Paleolítico Superior. Así lo atestiguan las pinturas rupestres de la Cueva del Niñoprimeras manifestaciones artísticas de la provincia de albacete. Con la entrada de los árabes en la Península Ibérica adquirieron el nombre de Ayna, que significa «fuentes escondidas».
En 1213 Alfonso VIII conquista Alcaraz y extiende el dominio cristiano de la zona hasta formar el Concejo de Alcaraz. Ayna y su Castillo de la Yedra constituirán su frontera. Ya en 1565, el rey Felipe II le otorga el privilegio de “Villa”, independizándola de Alcaraz y tomando los términos actuales de Elche de la Sierra y Molinicos, que se irán segregando a lo largo del siglo XVIII.
Qué ver en Ayna, la ‘Suiza manchega’
El principal atractivo que ver en Ayna es la Cueva del Niño, máximo exponente del arte rupestre albaceteño. Con 60 metros de profundidad y ubicada a orillas del río Mundo, en ella se pueden contemplar. pinturas paleolíticas fechadas en torno al 15 000 a. C. declarada Patrimonio de la Humanidades el único enclave del Mediterráneo peninsular que aúna en una misma estación arte paleolítico y arte levantino.
También en las proximidades de la población se encuentran los restos del Castillo de la Yedra. Se trata de una antigua fortaleza islámica construida sobre el conjunto rocoso de la Cueva de los Moros. Próximo a éste están el Balcón de las Mayas y el Mirador del Diablo que ofrecen unas vistas privilegiadas del pueblo y de todo el valle.
Los bellos templos de la ‘Suiza manchega’
En su casco antiguo destaca la curiosa historia de la Iglesia de Santa María de lo Alto, construida encima de los restos de la fortaleza. Posiblemente ha sido el templo de España que más tiempo ha tardado en inaugurarse. Se inauguró en 1953, después de que sus obras estuvieron paralizadas durante cuatro siglos.
También sorprende la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, emplazada en la calle Mayor, que se asemeja a una casa más. No obstante, se distingue de las viviendas colindantes por su arco de medio punto con grandes palomas. En su interior se puede contemplar una extraordinaria techumbre de madera de estilo mudéjar del siglo XVI. También son importantes las pinturas descubiertas en los muros de los pies del templo y de la nave de la epístola, que representan una procesión penitencial.
El último de los singulares edificios religiosos que hay que ver en Ayna es la Ermita del Santo Cristo de las Cabrillas. Se trata de una construcción de reducidísimas dimensiones pertenecientes al siglo XVIII.
Ayna de cine
A los atractivos naturales de Ayna y de la Sierra del Seguraen los últimos años se ha sumado un fenómeno turístico en auge surgido del prestigio que paulatinamente ha ido siguiendo la película Amanece, que no es poco. Una obra de culto rodada en 1988 por José Luis Cuerda.
Conscientes del interés que levanta la película y los escenarios donde se rodó, se creó en Ayna un Centro de Interpretación. Se encuentra ubicado en la Ermita de la Virgen de los Remedios. Aquí se combinan diferentes elementos gráficos, audiovisuales e interactivos con la intención de proporcionar una visita que pueda ser entendida y disfrutada por los seguidores de la película y por el público en general.
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Autor: Redacción EF
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