Es una de las capitales de provincia españolas más desconocidas y, sin embargo, hay mucho que ver en Badajoz. La Plaza Alta, vestida de blanco y rojo, es una de las plazas más bonitas de españa. Y no muy lejos de ella se alza la alcazaba árabe, con una muralla de más de seis kilómetros y medio que da forma al recinto amurallado mayor de Europa. pero más allá de la ciudad se abre un abanico enorme de rincones por descubrir. La lista de escapadas Desde Badajoz es enorme, así que nos ponemos en marcha y disfrutamos de algunas de ellas.
Aviones en los alrededores de Badajoz que no hay que perderse
La ‘Capilla Sixtina’ de Extremadura
Al sur de la provincia de Badajoz, lindando ya con tierras sevillanas, se encuentra Fuente del Arco. A unos kilómetros de este pequeño pueblo, rodeado de olivos, se descubre una ermita de arquitectura modesta. Pero no hay que pasarla de largo porque su interior, completamente decorado por pinturas, es una delicia para la vista. Destacan las 26 piezas que cubren la bóveda y que representan escenas del Génesis.. No puede extrañar que de ella digan que es la ‘Capilla Sixtina’ extremeña.
Y no hay que irse de Fuente del Arco sin haber visitado otro monumento, en este caso natural. Es la mina la jayona. Los antiguos romanos ya la explotaron, aunque la actividad minera como tal se desarrolló a principios del siglo XX. Duró poco, puesto que la mina se abandonó en 1921. Después de años de olvido, este lugar mágico y algo inquietante se recuperó para el turismo. Una visita interesante que permite conocer cómo era la extracción del mineral y también. un microclima interior que ha permitido el desarrollo de un ecosistema único.
Medellín, un paseo por la historia
Mérida es uno de los lugares que hay que visitar en Badajoz sin excepción. Pero solo un poco más allá, a cuarenta kilómetros de la capital extremeña y sesenta más de la ciudad de Badajoz, Medellín propone un auténtico paseo por la historia. Solo aquí es posible admirar un teatro romano con un graderío magníficamente conservado y, sobre él, un no menos impresionante castillo de origen árabe.
Solo por admirar esas dos joyas ya merece la pena una escapada a Medellín. Pero la localidad natal de Hernán Cortés aún tiene otros muchos atractivos, como la Iglesia de Santa Cecilia y la de San Martín, que se levantó sobre un antiguo templo romano; o como el puente de los Austrias, que se construyó en el siglo XVII y cuyos 20 arcos permiten cruzar el Río Guadiana. Y, si hace buen tiempo, a sus pies hay una playa fluvial donde pasar un buen rato.
De la ‘Sevilla chica’ a la Ciudad de las Torres
Tiene un regusto andaluz y un encanto innegable. Zafrao la ‘Sevilla chica’, como también se la conoce, es un pueblo de calles empedradas, de fachadas blancas y de preciosos ejemplos de arquitectura mudéjar. El viejo alcázar, la Iglesia de la Candelaria o el Hospital de San Miguel son algunos de los atractivos de una localidad que está a solo una hora de Badajoz.
Cuarenta kilómetros más y se llega a otro de los pueblos más bonitos de Badajoz, Jerez de los Caballerostambién con su particular apodo, en este caso por las torres que dan forma a su particular horizonte. Son cinco: la Torre del Reloj y los campanarios de cuatro iglesias. Esos templos se entremezclan con antiguos palacios, ermitas, conventos y un castillo en una localidad donde todavía se aprecia el legado de la Orden del Templeque la convirtió en una de sus capitales.
Un día playero en el corazón de Badajoz
Los aviones desde Badajoz pueden incluir también una jornada de playa o deportes acuáticos. La Playa de Orellana es una de las zonas de baño de la provincia más conocidas, pero está a dos horas en coche. Hay otras mucho más cercanas que poco tienen que envidarla. En la frontera con Portugal, en Cheles, es posible disfrutar de un buen baño. en las aguas del Guadiana. Se tarda una hora desde Badajoz ya mitad de camino se puede hacer parada en olivanzaotro de los pueblos de la provincia que no hay que perderse.
También a una hora, pero en dirección a Ciudad Real, hay otra playa de interior fantástica, la de alange, en el pantano del mismo nombre. es una playa con bandera azul donde, además de darse un baño, es posible practicar piragüismo, vela o windsurf. Y también hay una localidad interesante a medio camino desde Badajoz. En este caso, se trata de Mérida.
Una ruta gastronómica: la Ruta del Jamón Ibérico
Grandes extensiones de dehesa cubren el territorio de la provincia. Estos son dominios del cerdo ibérico, allí donde los animales se crían y se alimentan de esas bellotas que darán a su carne un sabor y textura excepcionales.. Es casi imposible resistirse a degustar el jamón con Denominación de Origen de la Dehesa de Extremadura. De hecho, es una de las cosas que hay que hacer en Badajoz.
Seguir las pistas del cerdo ibérico lleva inevitablemente a Monesterio, cerca ya del límite con Andalucía ya algo menos de hora y media desde Badajoz. Aquí se puede conocer mucho más de la cría del cerdo y de la elaboración del jamón en un museo que muestra casi todos los secretos de la joya de la gastronomía extremeña.
Alburquerque y su impresionante castillo
Los castillos despiertan admiración, curiosidad y, en ocasiones, algo de inquietud por los misterios que esconden. En Badajoz hay magníficos ejemplos de arquitectura militar medievalpero la de Alburquerque es una de las fortalezas más impresionantes. Su recia figura se alza sobre un promontorio, dominado un territorio que tuvo un gran protagonismo al ser puerta de entrada desde Portugal. Pero si tiene un enorme valor es por su autenticidad, porque apenas ha sufrido modificaciones a lo largo de los siglos.
Además del castillo, hay que dar un paseo por el enrevesado casco histórico de esta localidad, que esconde pequeños tesoros como las puertas de Valencia o de la Villa, la muralla o el barrio gótico-judío. El viaje desde Badajoz a Alburquerque solo lleva cuarenta minutos, así que hay tiempo para visitar algunas de las joyas de los alrededores, como el Abrigo del Risco de San Blas.con un interesante conjunto de pinturas rupestres.
El mirador de Badajoz: la Sierra Grande de Hornachos
La Sierra Grande de Hornachos Está en el corazón de la provincia de Badajoz, rodeado de llanuras casi infinitas. Por eso, sus roquedos y sus picos ofrecen magníficas vistas. No es lo único de lo que hay que disfrutar en este pequeño territorio protegido. Esta es Zona de Especial Protección para Aves y no es extraño ver en el cielo buitres leonados, águilas reales y otros rapaces.
La sierra, a poco más de cien kilómetros de Badajoz, es un buen lugar también para los amantes del senderismo. Son numerosos los itinerarios que atraviesan la sierra. y que llevan a descubrir sus bosques de encina y alcornoque, los pequeños ríos que por ella discurren y algún que otro vestigio de tiempos pasados en forma de ruinas.
De paseo por La Siberia extremeña
La Siberia extremeña no está precisamente cerca de Badajoz, de hecho hay que hacer un viaje de algo más de dos horas para llegar a esta singular comarca. Pero si los días son largos y no importa demasiado madrugar, merece la pena. acercarse a Valdecaballeros, la Puebla de Alcocer o Talarrubiastodas ellas localidades cercanas al Embalse de Orellana, para disfrutar de alguno de los encantos de este territorio.
Hay mucho que ver en La Siberia extremeña. Pueblos donde permanecen arraigadas viejas tradiciones, antiguos monumentos, una extraordinaria biodiversidad y paisajes de infarto donde los embalses son protagonistas. Acercarse a esta comarca será un aperitivo que dejará con ganas de mucho más. La excusa perfecta para planificar otra escapada, en este caso, para disfrutar en exclusiva de La Siberia extremeña.
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Autor: Sonsoles Jiménez González
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