Las mejores rutas de senderismo por Asturias

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Encontraremos numerosas rutas de senderismo por Asturias, cruzando la provincia en múltiples direcciones. Algunos recorridos eran usados ​​por los pastores para moverse unos pueblos a otros, otras rutas cruzan ríos, playas o montañas, las hay que son ejemplo de flora y fauna local… Sin duda, Asturias es una provincia llena de encanto donde destaca el contraste entre el azul del mar y el verde de las montañas.

7 rutas de senderismo por la Asturias más bella

Ruta del cabo Blanco (7,3 km)

Playa de Porcia
Playa de Porcía. | Shutterstock

La ruta del cabo Blanco se puede realizar partiendo desde la playa de Porcía o desde la localidad de La Caridad o Tapia de Casariego y cuenta con una dificultad baja y duración que oscila entre dos y tres horas. La ruta es la oportunidad perfecta para conocer algunos de los paisajes más bellos de la costa asturiana.

Partiendo desde la playa de Porcía, en el concejo asturiano de El Franco, habrá que caminar por un ambiente rural hasta llegar al conocido Palacio de Fonfría, construida en el siglo XVI sobre lo que fue una antigua torre de tres plantas. Tras esto, se llegará a la playa de Monello desde donde disfrutar de un bonito mirador.

Concluidas las vistas, hay que volver sobre lo andado para dar con un cruce de caminos desde el que coger la dirección al Cabo Blanco. Desde el Cabo Blanco se pueden ver los restos de un viejo castro que data del IV-I a. C. Se trata de un mirador natural que da la posibilidad de observar en todo su esplendor la costa occidental asturiana. Tras unos minutos de reflexión, la ruta continúa hasta la punta de La Atalaya, pues desde esta altura se puede observar hasta el cabo Estaca de Bares.

Retornando sobre nuestros pasos se llegará a la playa de Porcía y con ello a su mirador, desde el que contemplar. un paisaje marino embriagador, lleno de calas que se extiende hasta Tapia de Casariego. En las inmediaciones del mirador se encuentra en un panel explicativo la historia de un barco hundido en el año 1928, denominado Waldemburg.

Ruta de las cascadas de Oneta (1,5 km)

Cascadas de Oneta
Cascadas de Oneta. | Shutterstock

La ruta de las cascadas de Oneta es de estas rutas de senderismo por Asturias más sencillas y cortas, pudiéndose realizar en tan solo una hora. Son tres las cascadas que componen el conjuntoaunque esta ruta solo contempla la visita a dos de ellas, pues la tercera tiene un acceso muy complicado.

Las cascadas se encuentran a 1500 metros de la localidad de Oneta, desde la que parte la ruta. Desde el extremo suroeste de Oneta, hay que andar 700 metros hasta tomar el camino de la izquierda. Al poco el paseo sorprende con un antiguo molino. Más adelante, otro camino surgirá a la izquierda, una vez realizado 1,2 km, en el que puede contemplarse la primera cascada, denominada La Firbia. Tiene una caída de 15 metros.

Para acceder a la segunda cascada, La Firbia de Abajo, hay que volver al camino y continuar andando unos 300 metros entre el bosque. Escondida entre más vegetación, constituye el punto final de la ruta.

Ruta de Teixo (10 km)

Camino a Os Teixois
Camino a Os Teixois. | Shutterstock

La propuesta más larga de esta selección. es la ruta de Teixo, con casi diez kilómetros de recorrido. Sorprende todo lo que hay que ver en esta ruta, que comienza en la collada de Teixo, en Taramundi. Desde aquí hay que tomar el camino por carretera que lleva hasta Santa Marina. Cuando vean las últimas casas de Teixo, habrá que seguir la pista de la derecha y continuar hasta un cruce con desvío a la izquierda.

El camino se convierte así en una senda en la que entretenerse con la naturaleza hasta llegar al pueblo de Santa Marina. Este punto es perfecto para admirar la arquitectura rural asturiana.

Conjunto Etnográfico de Os Teixois
Conjunto Etnográfico de Os Teixois. | Shutterstock

Tras este punto hay que llegar al caserío de Almallos, descendiendo entre prados para llegar a la carretera que vincula Taramundi con Veigas. Después de encontrar el sendero que aquí se localiza, se llega al Conjunto Etnográfico de Os Teixois. Este conjunto es una aldea deshabitada, ejemplo de una industria que destacó en la zona en el siglo XVIII. El visitante podrá ver los distintos ingenios hidráulicos antiguos.

La siguiente parada se encuentra en la aldea de Las Mestas, hasta la que se llega por un bucólico sendero que avanza al lado de un arroyo. Cogiendo el quinto cruce a la derecha, habrá que volver a girar a la derecha en una pista. La naturaleza le acompañará en todo el camino. Para completar, nada como conocer la rica gastronomía asturiana para reponer fuerzas en un restaurante cercano.

Ruta de La Paicega (6,5 km)

Mirador de A Paicega
Mirador de A Paicega. | Shutterstock

Esta es otra de las rutas de senderismo por Asturias que presenta una dificultad baja. Saliendo desde Pesoz, capital del concejo denominado igual, comienza la ruta de A Paicega.

Entre bosques en los que crecen abedules y castaños Se llega al pueblo de Sanzo. En esta zona de la ruta hay que destacar las panorámicas del castro de Santa Cruz y del valle del Agüeira.

Ruta del Valle de Lago (6 km)

Parque Natural de Somiedo
Parque Natural de Somiedo. | Shutterstock

Con una dificultad baja la ruta del Valle de Lago es perfecta para realizar con tranquilidad. El recorrido toma su inicio en la localidad de Valle de Lago, en el concejo de Somiedo. Se trata de un camino recto hasta llegar al Lago del Valle en el que el recorrido regala imágenes idílicas de flora, fauna, laderas, montañas… La ruta se enmarca dentro del Parque Natural de Somiedoconocido por ser también Reserva de la Biosfera.

La primera bifurcación se encuentra a poco más de dos kilómetros desde el comienzo, en la que hay que tomar el camino de la derecha. Por este camino se pueden ver teitos, es decir, cabañas con techo vegetal que son características de la zona. Un kilómetro después hay que elegir el camino de la derecha, yendo por la falda de una montaña hasta disfrutar de una espectacular panorámica del valle desde la braña del Gabitón.

Valle de Lago
Valle de Lago. | Shutterstock

La tercera bifurcación vendrá tras haber caminado cinco kilómetros, esta vez eligiendo el sendero de la izquierda, que habrá que cruzar con cuidado de no tropezar con las piedras. Después de un rato caminando aparecerá el Lago del Valle, que hay que rodear hasta llegar al punto más alto de la ruta.

Ruta de la Seimeira (3,5 km)

Ruta de la Seimeira en Santa Eulalia de Oscos
Ruta de la Seimeira en Santa Eulalia de Oscos. | Shutterstock

La ruta de la Seimeira nos llevará aproximadamente dos horas y media de caminata. Para comenzar, hay que atravesar el pueblo de Pumares desde el área recreativa del mismo nombre, siguiendo la dirección contraria al cauce del río Agüeira. Aunque Pumares se dedica actualmente al turismo rural, antaño existía mucha actividad ferreira.

Al llegar a la primera bifurcación tras andar kilómetro y medio, habrá que escoger el camino de la derecha. Así, aparecerá en el recorrido Ancadeira, un pueblo abandonado en el que la vegetación se ha abierto paso entre los restos de los muros que aquí se levantaron. Tras un pequeño viaje al pasado, se volverá a tomar el camino de la derecha atravesando el valle del Desterrado. En este punto es conveniente enriquecerse con la historia del lugar que puede leer en los paneles allí habilitados.

Después, otro desvío a la derecha llevará en dirección a la Seimeira, donde sorprende una impresionante cascada. La ruta de la Seimeira puede terminar en este punto o completarse descubriendo el pueblo de Busqueimado. Para ello, habrá que andar hasta poco más del kilómetro tres y cruzar un puente girando antes a la derecha. Esta pequeña aldea destaca por su capilla y los tejos de los tejados de las casas.

Ruta por los acantilados del Infierno (5,5 km)

Ruta por los acantilados del Infierno
Ruta por los acantilados del Infierno. | Shutterstock

Con el paso del tiempo, el mar ha esculpido en la roca esculturas originales que a día de hoy pueden observarse en la ruta por los acantilados del Infierno. Un paseo por suaves montes en los que ver animales como cabras y vacas y la brisa que llega desde las aguas del Cantábrico en la cercana Ribadesella.

Fluye entre acantiladospor lo que no es apto para los que sufren de vértigo. La salida se sitúa en el área recreativa del precioso pueblo de Cuerres.cerca de la playa de Guadamía, que también vale la pena visitar, pues sirve como frontera con Llanes.

Acantilados del Infierno
Acantilados del Infierno. | Shutterstock

Esta ruta no cuenta con un sendero como tal, sino que sigue la línea costera entre prados y caminos. En la primera parte de la ruta por los acantilados del Infierno hay que deleitarse con una buena panorámica de los Bufones de Pría. Un fenómeno en el que el agua se mete por las cuevas de abajo y se impulsa al exterior a través de los bufones. Después, una vez se supere el kilómetro, empezarán a hacer acto de presencia los altos acantilados. Algunos de los que se alzan solemnes en esta ruta son el de Castro Arenas y el de Tomasón, entre otros.

En un momento dado, el camino ofrece un desvío a la izquierda que se dirige hasta el pueblo de Cuerres. Sin embargo, no hay que seguirlo, sino continuar de frente. Pasado el kilómetro tres se alzará el islote de Palo Verdemirando a su lado los acantilados que llevan su mismo nombre.

Siguiendo la línea costera y alcanzando el final del recorrido, aparecen los acantilados del Infierno. destacan dos arcos de piedra gigantescos que unen partes del acantilado. Para volver al punto de inicio, al final de los cinco kilómetros y medio aparece un sendero con dos caminos. Para volver hacia atrás hay que coger el izquierdo, para visitar Ribadesella, el derecho.

También puedes leer este artículo en inglés y francés.

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Autor: María Jesús Colombo
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