Si buscas un destino que lo tenga todo, no puedes perderte la ciudad amurallada de Peñíscola, en la provincia de Castellón. Esta joya del Mediterráneo te sorprenderá con su historia, su belleza y su oferta de ocio para toda la familia.
Peñíscola es una ciudad que se alza sobre un peñón rodeado por el mar, y que conserva intactas sus murallas medievales. Dentro de ellas se encuentra el impresionante castillo del Papa Luna, una fortaleza templaria que fue residencia papal en el siglo XV. Desde sus torres se puede disfrutar de unas vistas espectaculares de la costa y del parque natural de la Sierra de Irta.
Pero Peñíscola no es solo historia, también es naturaleza. Sus calas y playas de arena fina y aguas cristalinas son ideales para relajarse y practicar deportes acuáticos como el surf, el kayak o el snorkel. Además, Peñíscola cuenta con una amplia oferta de alojamientos, restaurantes y actividades para el turismo familiar, como el parque acuático, el jardín del papagayo o el museo de la magia.
Y si eres un amante de la gastronomía, no puedes dejar de probar los platos típicos de Peñíscola, elaborados con productos frescos del mar y de la huerta. Destacan las jornadas gastronómicas de la galera, el langostino y el arroz, que se celebran cada año entre febrero y marzo, y que te permitirán degustar las mejores recetas de estos manjares.
No lo dudes más y ven a descubrir Peñíscola, una ciudad que te enamorará con su encanto, su cultura y su sabor.
Texto: Alejandro Manrique