Hace tiempo que el arte urbano dejó de ser patrimonio exclusivo de grandes ciudades. Cada vez son más las pequeñas localidades que prestan sus muros y sus calles para que sirvan de soporte a todo tipo de manifestaciones artísticas. En muchos casos el motivo es la necesidad de volver a “poner en el mapa” pueblos a punto de caer en el olvido. En otros, ha sido el esfuerzo de artistas locales o el intento de encontrar nuevas fuentes de riqueza. El turismo, en este caso.
Sea cual sea el motivo, lo cierto es que la geografía española está salpicada de pueblos convertidos en auténticos. museos al aire libre. Pueblos que albergan y muestran magníficos ejemplos de arte urbano, normalmente murales, que merece la pena descubrir. Esta es solo una pequeña selección de ellos.
Arte urbano en la España rural
Romangordo (Cáceres)
Todo comenzó con una obra modesta, El rincón del burro, una escena prácticamente rural cuya pretensión era dar vida a un rincón del pueblo. Pocos años después, romangordo suma más de un centenario de fantásticos murales. Muchos de ellos son hijos de tres artistas extremeños: Jesús Mateos Brea, Jonathan Carranza “Sojo” y David Bravo “Chefo”.
Paredes y puertas de la localidad permiten hoy conocer la historia de este pequeño municipio cacereño y de sus gentes. Escenas hiperrealistas y fabulosos trampantojos muestran imágenes antaño cotidianas: las lavanderas, la siega, la antigua escuela, las mujeres cosiendo en la calle o el herrero en plena faena. Y, entre ellos, mensajes contra la violencia de género o poemas de grandes escritores como Lorca o Machado.
Belorado (Burgos)
Belorado es paso del Camino de Santiago en su ruta desde Roncesvalles. Pero los peregrinos que hoy llegan a este pueblo burgalés no solo lo hacen como lugar de parada en ese viaje espiritual hacia la capital gallega. Hay otros peregrinos, aquellos que buscan alimentar el alma a través del arte, que aquí encuentran un camino muy particular: el Rey de la pared Belorado.
Los murales que decoran las fachadas del pueblo tienen en su mayoría un hilo argumental: la historia, las tradiciones y oficios del municipio. Pero si hay uno especial, ese es el que tiene como protagonista de la botánica María Sibylla, obra de la artista Lula Goce.
Penelles (Lleida)
Hasta no hace mucho, Penelles era una localidad que pasaba desapercibida. Una localidad agrícola amenazada por la despoblación que hoy, curiosamente, es una de las de mayor atractivo de Lérida. Todo comenzó en el año 2016, cuando se organizó el festival Gargar. La idea era invitar a artistas nacionales e internacionales a que plasmaran su arte en las paredes del pueblo.
Tal fue el éxito de aquel festival de murales y arte rural que este se ha ido repitiendo en el tiempo. Hoy adornan la localidad más de un centenar de fantásticas obras, aunque la más especial es Omnipresente, del artista Berni Puig. Lo es por dos motivos: por un lado, porque no está al aire libre, sino que decora todo el interior de la iglesia parroquial. Por otro, porque es un auténtico y colorido homenaje a Penelles ya sus gentes.
Genalguacil (Málaga)
Al hablar de arte urbano se suele pensar en grandes murales o grafitis, pero no son su única expresión. Genalguacil es el ejemplo vivo. Las calles de este precioso pueblo blanco malagueño están salpicadas del trabajo no solo de muralistas, sino también de escultores o ceramistas.
Todo comenzó a mediados de los 90 con un encuentro de artesanos. Y de ahí se pasó a certámenes artísticos de carácter bianual. El resultado son obras que se quedan en las calles de Genalguacil y que lo han convertido en un fabuloso museo de arte callejero. De hecho, lo han bautizado como “pueblo museo”. No puede extrañar si se tiene en cuenta que alberga ya más de 200 trabajos repartidos entre fachadas, calles, plazas, miradores y hasta tejados.
Órdenes (A Coruña)
Entrado ya el siglo XXI esta era una localidad invadida por el gris. Pero una modesta iniciativa del colectivo Mutante Creativo Consiguió que Ordes se transformara y se llenara de color y vida. Ese “feísmo” del que tanto se habla en Galiciay del que Ordes era un ejemplo más, es hoy poco más que un recuerdo.
A lo largo de los años, el festival Desordes Creativas ha conseguido atraer a algunos de los grandes del arte callejero. Murales reivindicativos, escenas casi oníricas, algún que otro autorretrato y seres mitológicos forman parte ya de la esencia de Ordes. Pero si hay una obra que se ha hecho un hueco especial es Una greleira dos 50 pesuna enorme vendedora de grelos, realmente una superabuela, obra de Yoseba Muruzábal.
Alfamén (Zaragoza)
En 2017 Alfamén sufrió un asalto que supuso el despertar de esta pequeña localidad del Campo de Cariñena. “Asalto” es el nombre de una iniciativa nacida en Zaragoza para revitalizar espacios urbanos. Sus promotores pusieron sus ojos y su entusiasmo en Alfamén. El resultado unos años después es una fabulosa muestra de arte urbano en forma de una treintena de murales y grafitis.
Son obras de lo más variopinto, desde escenas realistas a composiciones geométricas llenas de color. Aunque la obra más afamada es la que recuerda a Manuel Pérez, conocido como el cura guerrilleroun sacerdote nacido en esta localidad que acabó convirtiéndose en líder del Ejército de Liberación Nacional de Colombia.
Fanzara (Castellón)
Mural artístico en una de las fachadas de las casas de Fanzara. | Flickr
El arte puede conseguir lo que parece imposible y Fanzara es un buen ejemplo. el planteamiento de un proyecto de un vertedero de residuos tóxicos Destruyó una fractura social entre las gentes del pueblo. La infraestructura no se construyó, pero la división entre los vecinos era profunda.
Por suerte, el reencuentro entre los mismos llegó de la mano de un experimento social y artístico que consiguió mucho más que devolver la convivencia perdida. Consiguió algo inesperado: que la fama de Fanzara saltara fronterasy no precisamente por sus desencuentros vecinales.
Si hoy la localidad es conocida lo es por su MIAU, es decir, su Museo Inacabado de Arte Urbano. Este particular museo al aire libre, inacabado porque cada año tiene nuevas incorporaciones, cuenta ya con 160 obras. Azel Void, Tono Cruz, Boa Mistura, Dan Ferrer, Jofre Oliveras o Elsa Guerra son solo algunos de los artistas que han dejado su huella en Fanzara. Es, por ello, visita obligada en castellon.
Villangómez (Burgos)
Dicen sus vecinos que aquí se reúne la mayor concentración de arte urbano de España. Solo hay que echar un vistazo a las cifras para darles la razón: poco más de 200 habitantes y medio centenar de murales. Como en tantos otros sitios, el origen hay que buscarlo en la despoblación y en un proyecto revitalizador con festival incluido: Pollogómez.
Desde 2016 este proyecto ha conseguido cambiar la fisonomía de un pueblo que ya no pasa desapercibido. Razones para ello hay varias. Por un lado, el número de murales que lo adornan y su extraordinaria calidad. Por otro, los autores que los firman, entre ellos Kilipo, Willy Arenas o Goyo203. Y, además, hay que mencionar el hilo conductor del proyecto, ya que en Villangómez se entrelazan arte urbano y literaturamurales y frases de escritores reconocidos.
El Provencio (Cuenca)
Tintín, Snoopy, Joker, Spiderman o Akira adornan fachadas y muros de este pueblo conquense. El hecho de que el arte urbano se manifiesta de esta peculiar forma no es casualidad. Esta es una de las paradas obligatorias para los amantes del cómic Desde que en 2011 se celebrará la primera Feria Internacional del Cómic de El Provencio. Unos años después se decidió dar un paso más para que los artistas invitados dejaran un recuerdo en forma de obras al aire libre.
Pero esas figuras de personajes fantásticos que miran al visitante desde los muros de El Provencio no están solas, sino que comparten espacio con algún que otro trampantojo o aves de lo más variado. Todo ello hace que esta mar una de las rutas de arte urbano más originales de la geografía española. Ya cuenta con 40 fantásticos murales y sigue creciendo.
Calpe (Alicante)
calpe es conocida por sus playas y por el peñón de Ifach. Pero al adentrarse en el casco urbano se descubre como sus casas encaladas han dejado hueco al arte. Algunos de esos muros, hasta no hace mucho tiempo blancos, albergan magníficos trampantojos que consiguen engañar a quien pasea por sus calles: puertas y ventanas que no son más que ilusiones, fachadas que no se abren a ninguna calle o escenas cotidianas en un balcón al que es imposible llegar.
Pero el arte urbano en Calpe también se manifiesta en forma de escenas históricas o personajes de fantasía. Y no solo lo hace a través de la pintura o el grafiti. De hechouna de sus obras más apreciadas es un mosaico del artista Gastón Castelló. Cada uno de estos ejemplos de arte urbano es motivo suficiente para olvidarse por unas horas de la playa y perderse en el casco urbano de Calpe.
Carballo (A Coruña)
Al igual que en Ordes, en Carballo el arte urbano ha conseguido cerrar viejas heridas urbanísticas. Derribando muros con pintura, así se bautizó una iniciativa de arte urbano destinada no a demoler paredes, sino a convertirlas en enormes lienzos donde los artistas pudieran dar rienda suelta a su creatividad. El resultado ha sido que el aspecto de la localidad ha cambiado para siempre.
El recorrido de su particular ruta de murales. alberga ya casi 70 obras de artistas nacionales como Cinta Vidal o Spok y de figuras internacionales del arte urbano como Roberta Venanzi, Animalitoland o Jorit Agoch. Por cierto, aquí se puede admirar otra superabuela de Yoseba Muruzábal.
El arte urbano toma los pueblos de España.
Aunque cada uno de estos pueblos es especial, a lo largo y ancho de la geografía española hay muchos municipios más conquistados por el arte urbano. Es el caso Los Alcázares, de Huarte, de Nava de la Asunción o de Alcantarilla. Esta última localidad, precisamente, alberga un mural del artista británico Dale Grimshaw que recientemente ha sido reconocido como el quinto mejor del mundo.
Autor: Sonsoles Jiménez González
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