¿Quién no ha pensado alguna vez en eso de dejarlo todo e irse a vivir a un pueblo, con su tranquilidad y vida sencilla? A muchos les ha echado atrás la falta de trabajo o, mejor dicho, no encontrar uno que no
esté relacionado con lo agrario. Porque, ¿a qué te vas a dedicar en el campo, si no es a cultivar o a tener algún rebaño? ¿Y si eso no te atrae o no estás preparado para ello? En la actualidad, hay neorrurales que no cogen la azada (o sí, pero no como trabajo remunerado). Vamos a conocer algunas de sus historias.Autor: Raquel Andrés (escapadarural.com)
De la gran ciudad a vivir en un pueblo de menos de 100 habitantes – Miciudad.es