Si hay un laberinto icónico es aquel que, según la mitología clásica, construyó Dédalo para encerrar al Minotauro, un monstruo mitad hombre, mitad toro que se alimentaba de seres humanos. Pero a lo largo de la historia, real e imaginaria, los laberintos han sido protagonistas de encuentros furtivos de amantes, de novelas, de películas, de profundas reflexiones filosóficas y religiosas o de simples retos.
Esos lugares excepcionales, llenos de encrucijadas, de desvíos y de callejones sin salida suponen tanto un desafío como una diversión. Sentirse como Alicia en el País de las Maravillas es una de esas aventuras que podemos disfrutar en diferentes laberintos de España. Y no, a nadie le hará falta un ovillo de hilo como el que Ariadna entregó a Teseo para salir del laberinto de Creta tras matar al Minotauro. Ganas de perderse, de disfrutar de cada recodo del camino y un buen sentido de la orientación serán suficientes para recorrer estos enclaves, incluido uno recién abierto y que se ha convertido en el laberinto más grande de España.
El laberinto más grande de España: Peñíscola (Castellón)
Entrar, perderse, llegar a un callejón sin salida, dar marcha atrás, elegir en un cruce de caminos y, por fin, alcanzar el corazón del laberinto, para después desandar los pasos hasta la salida. Todo esto no parece tarea fácil en el laberinto de Peñíscola. Y no lo es, puesto que aquí no todos los caminos llevan a Roma o, más bien, al centro de ese enrevesado lugar.
Puede que incluso al conocido papaluna, ese personaje ilustre y controvertido de Peñíscola, le hubiera gustado encerrar en él a sus enemigos, tal como hizo el rey Minos con el Minotauro. Pero 600 años después del Papa Luna, este laberinto es un atractivo añadido a los muchos que ya ofrece la localidad más representativa de la Costa del Azahar.
Con sus 7000 metros cuadrados de extensión y 3 kilómetros de recorrido., este es el laberinto más grande de España y el tercero de Europa. 4000 ejemplares de Aliguster del Japón acompañan en esos recorridos que suponen un auténtico reto para quien se adentra en él. Unos caminos llevan a ningún lugar y otros lo hacen a ese corazón que esconde una sorpresa en forma de dinosaurio. Pero poco importa lo que se tarde en recorrer el laberinto si a cada paso se disfruta de un lugar mágico, perfecto para recorrer en familia.
Otros laberintos curiosos en España
Hay infinidad de laberintos en España que ponen a prueba la capacidad de orientación de quien se adentra en ellos. La mayoría son vegetales y forman parte de jardines maravillosos, Pero no todos lo son. En algunos es la piedra la protagonista. Y entre todos ellos hay algunos laberintos curiosos; tanto, que a veces resultan sorprendentes.
Laberinto Breoghan, Vilarmaior (A Coruña)
Hasta la apertura del Peñíscola, este era el laberinto más grande de España. pero si este lugar es singular no es solo por sus dimensiones, sino también por su diseño y su significado. En Vilarmaior se encuentra la mayor concentración de petroglifos de Galicia. Petroglifos que en muchas ocasiones representan formas geométricas tan intrincadas como las de un laberinto.
El de Breoghan, de algún modo, sirve para viajar a las raíces de una tierra mágica. A vista de pájaro, su corazón representa una espectacular cruz celta a la que dan forma centenarios de cipreses. De hecho, su nombre es el del rey celta que, según la leyenda, fundó Brigantia, hoy La Coruña. El mismo cuya estatua puede contemplarse a los pies de la Torre de Hércules.
El laberinto de Breoghan invita, además, a disfrutar de la naturaleza en sus 2,3 kilómetros de recorrido. Pero, sobre todo, invita a sumergirse en un espacio místico en el que las prisas no tienen cabida, en el que todo invita a la reflexión, pero también al entretenimiento. Perfecto para recorrer en familia y con los amigos peludos, puesto que es un recinto mascota amigable.
Laberinto de Blat de Moro, Castellserà (Lleida)
Los laberintos de maíz son muy habituales en países anglosajones, no tanto en España. Aunque sí es posible perderse en algunos como el que desde hace años ocupa dos hectáreas de terreno de la Masía de la Esperanza en Castellserà. Es un laberinto efímero.que se diseña a finales de la primavera y que muere y desaparece cuando se recolecta la cosecha de los maizales a finales de septiembre.
Son 2 kilómetros de recorrido no aptos para claustrofóbicos, pero sí para los más aventureros, que además pueden recorrerlo de noche. Y algunas curiosidades más. Fue el primero de este tipo en abrir en España, cada año su diseño cambia y dispone de un pequeño mirador para contemplarlo desde las alturas.
Laberinto de piedra de Lithica (Ibiza)
De Pedreres de S’Hostal salió durante décadas la piedra con la que se levantaron muchas de las construcciones tradicionales de Ibiza. Aquella vieja cantera se abandonó y en su lugar nació Lítica, un lugar donde se reivindica el trabajo de los antiguos canteros, la arquitectura tradicional de la isla y una parte importante de su historia. Y todo ello desde un punto de vista didáctico y también artístico.
En ese afán de devolver a la vida un lugar condenado a desaparecer se crearon diferentes espacios. Uno de ellos es el Laberinto Mineralun laberinto hecho con más de 3000 bloques de esa piedra blanca que no solo es un desafío para quien se aventura en él, también es una forma diferente de expresión artística para poner en valor todo lo que Lithica representa.
Laberinto de Wolf Patton (Fuerteventura)
Es otro de esos laberintos curiosos en los que la protagonista es la piedra. El artista y músico alemán Wolf Patton. Quiso representar un viaje interior, el camino hacia la esencia humana.. Ese viaje se plasma aquí en un recorrido único que se prolonga durante 3 kilómetros de paseo pétreo.
Su espiritualidad, el silencio que lo rodea, solo roto por el sonido del viento, y un paisaje aparentemente árido, pero que encierra una enorme riqueza, hacen de él uno de rincones más fascinantes de Fuerteventura. Una curiosidad: el laberinto de Wolf Patton se inspira en el que se puede ver en la catedral de Chartres.
Otros laberintos de España de visita imprescindible
Sería imposible hacer un listado de laberintos de españa sin mencionar al menos otras pequeñas maravillas ciertamente más conocidas. Son lugares especiales por su diseño, por el lugar en el que se construyeron o por su carácter histórico. Así, entre esos laberintos no pueden faltar los que adornan los jardines de los Reales Alcázares de Sevilla o los del palacio de La Granja de San Ildefonso.
El de Tentengorra es cartagenael de Villapresente en Cantabria o el de Horta en Barcelona son también magníficos ejemplos de esos laberintos que el hombre ha diseñado para perderse, o tal vez para encontrarse. Todo depende del espíritu con el que el viajero se adentre en ellos.
Autor: Sonsoles Jiménez González
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