No importa cómo ni por dónde se accede a ella. La impresión cuando se pisa por primera vez es la de una sorpresa arrolladora. La respiración se detiene por un momento y cualquier idea preconcebida se olvida cuando lo que se abre ante la vista es la plaza peatonal más grande de la Unión Europea y segunda del continente. Es más amplia incluso que la Plaza de San Pedro del Vaticano. y solo la Plaza Roja de Moscú la supera en superficie.
Se trata de un espacio urbano soberbio, una explicacion inmensa rodeado de un buen número de maravillas que adquirieron la forma de monumentos. Pero más allá de lo que se ve, hay que dejarse llevar por lo que se siente y se respira en ella. No en vano es el corazón y el orgullo de la ciudad de zaragoza.
El gran salón de Zaragoza.
500 metros de largo y 80 de ancho hacen que este espacio sea casi inabarcable de un solo vistazo. Con sus 24 000 metros cuadrados de superficiela Plaza del Pilar reúne la esencia de la capital de Aragón, su historia y algunos de sus mayores tesoros. Ha sido y es lugar de grandes celebraciones, punto de encuentro y testigo de excepción de la vida de la ciudad.
Pero la fisonomía actual de la Plaza del Pilar es relativamente reciente. Hoy es un espacio para pasear, para maravillarse ante la belleza de cada uno de sus detalles y también para las carreras llenas de risas de los más pequeños. Pero la superficie que ahora ocupa no hace muchos años se dividía en varios espacios bien diferenciados que el tráfico atravesaba sin piedad.
Historia de la Plaza del Pilar
Hay que retroceder en el tiempo para conocer el origen de la plaza, que en el siglo XIII era un cementerio. Fue en el siglo XVI cuando adquirió su carácter de espacio urbano, aunque de dimensiones reducidas. Y hubo que esperar a principios del siglo XX para que viera la luz un gran proyecto destinado a ampliar una plaza que en ese momento ocupaba tan solo el frontal de la Basílica del Pilar.
Aquella idea planteaba unir las plazas del Pilar y de la Seo, dar forma a un espacio diáfano y vertebrador entre la vieja catedral y la Iglesia de San Juan de los Panetes. La gran transformación no comenzó hasta finalizada la Guerra Civil y fue necesario enajenar fincas y demoler edificios para materializar ese proyecto, que ampliaba superficie e incluía zonas ajardinadas, pero no eliminaba el tráfico.
Las últimas grandes transformaciones, las que le dieron su aspecto actual a la Plaza del Pilar, se iniciaron en los 80. En unos años se construyó un aparcamiento subterráneo, se empedró toda su superficie y se peatonalizó. En 1991, con la inauguración de la Fuente de la Hispanidadla plaza peatonal más grande de la Unión Europea adquirió su aspecto actual.
Qué ver en la Plaza del Pilar
La Basílica de Nuestra Señora del Pilar
El gran símbolo de la ciudad y hogar de su patrona es la basílica del pilar, que preside la plaza. Es una construcción magnífica, el templo barroco más grande de españa, con una fachada de 130 metros de largo y 4 torres que son testigos mudos de todo lo que acontece a sus pies. En su interior destacan la Santa Capilla y el Retablo Mayor.
La Catedral del Salvador
A la sombra de la gran basílica, la Seo es la segunda catedral de la ciudad, o la primera si nos ceñimos a su antigüedad. Es una joya arquitectónica de enorme belleza que recopila buena parte de la historia de Zaragoza. Se construyó sobre el viejo foro romano. y conserva restos del minarete de una antigua mezquita. Además, en su arquitectura se observan elementos que van desde el estilo románico al barroco y, de manera especial, de ese elegante e intrincado arte mudéjar que es Patrimonio de la Humanidad.
La Lonja de Mercaderes
Es una de las más bellas construcciones renacentistas de Aragón, un edificio civil que se levantó en el siglo XVI inspirado en los palacios florentinos de la época. Pero tiene algunas particularidades, como el uso de ese material constructivo típico de Aragón que es el ladrillo y algunas pinceladas mudéjares. En su interior guarda un tesoro más: una bóveda de crucería estrellada espectacular.
El Pasaje del Ciclón
Es uno de los pocos pasajes comerciales decimonónicos que se conservan en España. Se trata de un lugar de inspiración francesa con dos elegantes galerías y con una de sus cuatro entradas en la Plaza del Pilar. Caminado por él se descubre algún que otro rincón con sabor a añejo y un buen número de terrazas para descansar después de recorrer la plaza.
Otros rincones destacados en la Plaza del Pilar y sus alrededores
Como no podía ser de otro modo, el aragonés más universal tiene su espacio en la Plaza del Pilar. A Francisco de Goya se le recuerda con un monumento que representa al pintor con un grupo de majos a sus pies y una de sus frases grabadas en una pared. Justo enfrente se puede contemplar el pequeño monumento funerario que decoraba su tumba en Burdeos, localidad en la que falleció.
Entre el Monumento a Goya y la Seo se alza un enorme cubo de ónice. Es el Museo del Foro de Caesaragusta, que permite viajar al pasado romano de la ciudad. En el otro extremo de la plaza se sitúa la Fuente de la Hispanidad, y detrás de ella los restos de las murallas romanas y el Torreón de Zuda, que era parte de un alcázar árabe. A su lado, un último elemento singular, una de las pocas. torres inclinadas de españala de la Iglesia de San Juan de los Panetes.
Curiosidades de la Plaza del Pilar
Un espacio urbano tan inmenso y con tanta historia inevitablemente encierra pequeñas y grandes curiosidades. Una de ellas tiene que ver con dos de sus edificios emblemáticos. Hay varias ciudades de españa con dos catedralespero en Zaragoza se da una circunstancia particular: ambos templos son independientes, están en activo y miran a un mismo lugarque no es otro que esa fabulosa plaza.
Y ese gran salón urbano, como no podía ser de otro modo, ha sido escenario cinematográfico en innumerables ocasiones. pero aquí se rodó la que se considera primera película española, Salida de la misa de doce de la Iglesia del Pilar de Zaragoza. La cinta, que dura menos de un minuto, tenía una longitud de 12,40 metros y contenía 651 fotogramas.
Una curiosidad más tiene que ver con esa Fuente de la Hispanidad, que encierra toda una simbología. Desde el suelo no parece más que una fuente de forma irregular. Sin embargo, una vista de pájaro se observa que en realidad es la representación del mapa de Hispanoamérica. Los tres bloques de mármol que hay a sus pies representan las carabelas con las que Cristóbal Colon llegó al Nuevo Mundo y muy cerca hay un globo terráqueo. El conjunto se inauguró poco antes de que se cumpliera el quinto centenario de la llegada a América y es un símbolo de hermanamiento.
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Autor: Sonsoles Jiménez González
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