la comunidad de Aragón es el territorio, dentro de la Unión Europea, que menor número de habitantes por kilómetro cuadrado posee. Esto, pese a sus inconvenientes demográficos, también supone que abundan la infinidad de espacios en los que se puede disfrutar de tranquilas escapadas en lugares casi desconocidos. Además de esta paz, la arquitectura medieval, la historia de los parajes del Pirineo son otros de los motivos por los que hacer turismo en Aragón, ya sea en Huesca, Teruel o Zaragoza. A continuación, repasamos los pueblos medievales más fascinantes de Aragón.
Pueblos medievales de Aragón que transportan a épocas pasadas
Sos del Rey Católico
El recorrido por los pueblos medievales más bonitos de Aragón comienza por un punto en el noroeste de la comunidad: Sos del Rey Católico. Con una población de menos de seiscientos habitantes, este pueblo, perteneciente a la Comarca de las Cinco Villas, se caracteriza por sus hermosas casas construidas en piedra. El nombre de la villa proviene del castillo que está asentado sobre la parte su parte más alta.. En este pueblo de caminos empedrados, llaman la atención de sus visitantes las numerosas puertas distribuidas por la muralla que circunda Sos del Rey Católico. Un momento idóneo para visitar este pueblo del norte de Aragón podría ser agosto, época en el que tiene lugar el mercado medieval.
Torla
Puede que sea uno de los pueblos medievales más atractivos de la comunidad de Aragón. Está emplazado justo en la puerta de entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdidopor lo que su visita es aconsejable a los amantes de la naturaleza y el senderismo.. Para quienes acuden a Torla, hay dos lugares imprescindibles de la zona urbana. La iglesia de San Salvador, de origen románico y restaurada posteriormente, otorga unas impresionantes vistas de los paisajes de su alrededor. La otra parada obligatoria en Torla es la de la Plaza Mayor, donde se puede visitar una casona tradicional del Alto Aragón construida en el siglo XIII.
Albarracín
Sus callesjuelas, sus casas y casonas de piedra y la roca sobre la que está construida hacen que visitar el pueblo de Albarracín sea como viajar a la Edad Media. Situada en la zona céntrica de la comunidad, esta población impone por su belleza histórica y se convierte en un destino perfecto para quienes aman los lugares con memoria. Las ruinas de un alcázar se erigen sobre un acantilado dentro de la zona del casco antiguo. En el punto más alto de la localidad se encuentra la Torre del Andador, que data del siglo X. Y, entre otros monumentos y curiosidades arquitectónicas, destaca el campanario de la catedral del Salvador, construida en el siglo XVI, erigida sobre las ruinas de un templo románico.
Calaceita
Cercano a la frontera con Cataluña se encuentra Calaceita. Un pueblo declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1973 por su gran belleza. Ubicado en la comarca de El Matarraña, dentro de la provincia de Teruel, su interior alberga diversos tesoros. Entre ellos destaca su Plaza Mayor, en la que se encuentra un ayuntamiento erigido en 1609. También cabe destacar sus calles y las casas de piedra con balcones de forja que abundan en este municipio. El museo arqueológico que alberga Calaceite es otro lugar de gran interés en el que se pueden ver fotografías y utillaje antiguo, además de exposiciones de pintura.
Alquézar
Al noreste de la Comarca del Somontano se encuentra Alquézarconsiderado uno de los pueblos más bellos de la provincia de Huesca. Este pueblo medieval dispone de diversos lugares de interés, más allá del idílico paisaje que le rodea. Su casco histórico, que cuenta con una puerta de estilo gótico, es una de sus señas de identidad. Así, para las personas que ya conozcan su Plaza Mayor o la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves, todavía tienen la opción de realizar la Ruta de las Pasarelas y descubrir las montañas que envuelven Alquézar, desde las Sierras Exteriores Pirenaicas a la Depresión del Ebro. , pasando por la falda meridional de la Sierra de Sevilla.
Daroca
Se trata de la capital de la comarca de Campo de Daroca, situada en la provincia de Zaragoza. A las orillas del río Jiloca, Daroca cuenta con imponentes murallas construidas entre los siglos XIII y XVI. El conjunto amurallado dispone de un total de cuatro kilómetros de extensión y está conservado casi en su totalidad. Además, posee Impresionantes estructuras en su interior como el Castillo Mayor. u otras construcciones más pequeñas, pero de igual interés, como son el Castillo de la Judería, la fortificación de San Cristóbal o la Puerta Alta y la Puerta Baja, situadas a los extremos de la Calle Mayor.
Roda de Isábena
Si por algo destaca Roda de Isábena es por ser el pueblo más pequeño de España que cuenta con una catedral, en concreto la de San Vicente Mártir. Los muros de esta localidad hablan de su turbulento pasado, marcado por numerosos conflictos y revueltas que dieron lugar a continuas reconstrucciones y remodelaciones. A pesar de los innumerables robos que su patrimonio sufrió a lo largo de los años, y con motivo de tan numerosas contiendas, Roda de Isábena continúa conservando uno de sus grandes tesoros: la Crónica Rotense de Alfonso III, custodiada dentro de la catedral. Pero la belleza de este pueblo no es solamente arquitectónica. Uno de sus mayores atractivos son los paisajes naturales que se pueden contemplar desde sus miradores.
Valderrobres
También en la comarca turolense de El Matarraña se sitúa uno de los pueblos medievales de Aragón más bellos: Valderrobres. Su imponente arquitectura, principalmente de estilo gótico, le ha válido la consideración de Bien de Interés Cultural. Una de las paradas más atractivas de este peculiar pueblo aragonés es el puente medieval situado sobre el río Matarraña, desde donde se puede obtener una panorámica de toda la localidad. Además, durante un paseo por el interior de Valderrobres es imprescindible visitar la iglesia de Santa María la Mayor. Esta construcción data del siglo XIV y llama la atención, especialmente, por el rosetón de su fachada. Junto a esta iglesia se encuentra el Castillo de Valderrobres, uno de los monumentos más reconocibles de la comarca.
Uncastillo
Para los amantes de la arquitectura medieval, Uncastillo es un lugar idóneo donde pasar la jornada. El magnífico estado de sus edificaciones. le sirvió para lograr la consideración de Conjunto Histórico-Artístico en 1968. Entre las construcciones que alberga su interior destacan la Casa Consistorial, el Palacio de Martín el Humano y la Iglesia de Santa María la Mayor, construida en el siglo XII. Aunque no solo lo hecho por sus habitantes merece la pena. Uncastillo, situado en la comarca de las Cinco Villas, se encuentra en la cuenca del río Riguel. Un territorio perfecto para el senderismo en el que abundan las impresionantes vistas de barrancos, como el de la Petilla o el de las Anas.
Lanuza
Otra parada imprescindible dentro de este recorrido por algunos de los pueblos más hermosos de Aragón es Lanuza, una localidad perteneciente a la comarca del Alto Gállego de Huesca. La denominación del pueblo proviene de una palabra celta latinizada que significa escalera y que da cuenta de su localización escarpada. El paisaje que rodea al pueblo es de una belleza impactante, pues Lanuza cuenta con un pantano situado en su extremo izquierdo. El pasado ganadero de la localidad sigue latiendo en su presente, entre otras cosas gracias a la representación del Palotiau, un baile masculino marcado por su carácter pastoril y guerrero. Otra de las festividades destacadas de este Lanuza es el Festival Internacional de las Culturas Pirineos del Sur, que tiene lugar cada mes de julio y que cuenta con un escenario flotante sobre el pantano de la localidad.
biel
Al noroeste de la localidad de Zaragoza se puede encontrar otro pueblo con gran encanto: Biel. Se trata de una localidad integrada dentro de la Comarca de las Cinco Villas, que cuenta con una población de menos de 200 habitantes. Biel posee un casco histórico conformado por varias construcciones de estilo románico. Dentro de ellas destaca el Castillo de Biel, que, según cuenta la tradición, fue entregado, en forma de dote, por el rey Sancho Ramírez a su esposa Felicia de Roucy. En este pequeño pueblo se entremezclan juderías con iglesias y ermitas, consecuencia de su origen medieval y su multiculturalidad histórica. Además de la Judería, es de imprescindible visita la iglesia principal de Biel, que fue reformada en el siglo XVI y, hoy en día, congrega los estilos. gótico y renacentista.
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Autor: Luis Díaz García
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