la ciudad de Zamora es románico y es sentimiento contenido que se expresa en una Semana Santa que es Fiesta de Interés Turístico Internacional. Y no muy lejos de ella se descubren pueblos mágicos, paisajes inolvidables, rincones donde el aroma del mejor vino inunda cada rincón y escenarios históricos de enorme relevancia. Así, en las escapadas Desde Zamora hay espacio para la cultura y las tradiciones, para la aventura y también para darle algún que otro capricho al paladar.
Aviones en Zamora que no hay que perderse
Fermoselle, el Balcón del Duero
El protagonista de uno de los paisajes más fascinantes de Zamora es ese río que sirve de frontera natural con Portugal. Fermoselle, a poco más de 60 kilómetros de la ciudad, es puerta de acceso al Parque Natural Arribes del Duero. Aquí es posible embarcar en un pequeño crucero fluvial que lleva a admirar postales de vértigo. Navegar por los cañones que ha excavado el río es una pequeña aventura que hay que completar con las fabulosas vistas que ofrecen miradores como el de las Escaleras o el del Torojón.
Queda por dar un paseo para descubrir los encantos de un pequeño pueblo que se encarama a un promontorio y que guarda más de una sorpresa. Más allá del Castillo de Doña Urraca o de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Fermoselle tiene un tesoro oculto. Hay que buscarlo bajo sus casas y sus calles porque es un laberinto de cuevas centenarias donde huele a vino. Se dice que este es el pueblo de las mil bodegas y, aunque no son tantas, sí son numerosos y algunas se pueden visitar.
Dos escapadas desde Zamora para amantes de la historia
Zamora es una magnífica base de operaciones para cualquier amante de la historia. En menos de una hora se llega Tordesillala ciudad del tratado por el que en 1494 Castilla y Portugal se repartían el Nuevo Mundo. Es un hecho que se recuerda en la localidad, como también el encierro de juana la loca. La reina de Castilla quedó cautivada en uno de sus palacios más de 40 años. Antes lo había estado muy cerca, en el magnífico Castillo de la Mota de Medina del Campolocalidad donde murió su madre, Isabel la Católica, y que también hay que visitar.
La segunda ruta lleva a Benavente. Allí se firmó otro tratado importante, el de las Tercerías, que significó la unificación de los reinos de Castilla y León. La ciudad cuenta con un rico patrimonio monumental encabezado por la Torre del Caracol, recuerdo de un imponente alcázar ya desaparecido. Si hay tiempo se puede llegar hasta Astorga y hacer un recorrido más que interesante por la historia a través de su muralla romana, su imponente catedral o el singular. Palacio Episcopaluna de las pocas obras de Gaudí fuera de Cataluña.
Mil aviones en el Lago de Sanabria y sus alrededores
el Lago de Sanabria es la gran joya natural de la provincia de Zamora. Es un lugar rodeado de leyendas, como la que habla de un pueblo sumergido en sus aguas por un castigo divino y que Unamuno reconoció en San Miguel Bueno, mártir. Y esa magia que sedujo al insigne literato atrapa a todo aquel que llega a este lago. Es el más grande de origen glaciar de la península. y un buen lugar para darse un baño en sus playas, aunque hay que estar preparado porque sus aguas son gélidas incluso en verano.
Si el chapuzón no resulta apetecible, hay otras muchas posibilidades de disfrutar del lago y de su entorno. Una es recorrerlo a bordo de un pequeño barco turístico o de una canoa. Otra, seguir alguna de las rutas que parten de él y que se internan en un entorno poblado de robles y salpicado de cascadas.
Por supuesto, hay que acercarse a puebla de sanabria, una localidad de aires medievales dominada por un magnífico castillo. Y para completar la escapada solo quedaría visitar el Centro del Lobo Ibérico, donde es posible conocer mucho más de estos animales y contemplarlos en semilibertad.
Las Lagunas de Villafáfila, paraíso para las aves
Para disfrutar plenamente de las Lagunas de Villafáfila, a poco más de media hora de Zamora, hay que llevar prismáticos y olvidarse del reloj. Este humedal es un auténtico tesoro, un complejo salino con una gran protagonista: la avutarda. Es aquí donde se encuentra la mayor concentración del mundo de estas aves en peligro de extinción. Y junto a ellas es posible observar muchas otras especies, como el cernícalo primilla, el aguilucho o aves migratorias que hacen parada en sus viajes entre el norte de Europa y África.
Pero hay algo más: un pueblo fantasma cuya silueta rompe la monotonía del horizonte. Es Otero de Sariegos, donde los restos de algunas viviendas y de la iglesia recuerdan que hace ya un tiempo la extracción de sal era uno de los medios de vida de la zona. No muy lejos se pueden visitar otras ruinas bien diferentes, pero muy fotogénicas, las del monasterio cisterciense de Santa María de Moreruela.
Visitas llenas de sabores: Tierra del Vino y Toro
Tierra del Vino puede ser un delicioso descubrimiento para aquellos que buscan experiencias diferentes para el paladar. El nombre de esta comarca ya indica claramente lo que espera en ella al visitante: unos excelentes caldos que tienen Denominación de Origen y que se pueden degustar en infinidad de bodegas. Y no solo de vinos, ya que esta es también tierra de reconocidos quesos. Llegar a ella es sencillo, basta con seguir la vía de la plata desde Zamora hacia Salamanca, porque esta vía de comunicación atraviesa toda la comarca.
Pero el gran destino enoturístico de Zamora es Torocuyos caldos cuentan también con Denominación de Origen y protagonizan dos grandes eventos: la Fiesta de la Vendimia y Toro en su Tinta, que es una batalla campal donde las únicas armas arrojadizas son litros y litros de vino. Nada de ello debe hacer olvidar que la ciudad alberga un maravilloso casco histórico con joyas como la colegiata románica de Santa María la Mayor, con una exquisita decoración exterior en forma de escalas, muy típica de Zamora y parte de Salamanca.
Una escapada al Mar de Castilla Y León
Aunque Zamora se encuentre a muchos kilómetros del mar, no muy lejos de la ciudad hay un lugar donde el agua alcanza hasta el infinito. Nutrido por las aguas del Tormes, el de la Almendra es uno de los mayores embalsamamiento de España.
Es por ello un lugar perfecto para una escapada con un cierto aire playero. Sus orillas invitan a disfrutar de un picnic o de un día de pesca, y quienes prefieren algo más de actividad pueden bordearlo en bicicleta o atravesarlo en piragua. Para darse cuenta de un baño el mejor plan es acercarse a otro embalse, el de Valparaíso, que cuenta con playas perfectas para disfrutar en familia.
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Autor: Sonsoles Jiménez González
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