Carretera paisajística hacia el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara

Para ser declarado Geoparque Mundial de la UNESCO se requiere atesorar un patrimonio geológico portentoso. Y en el caso del Geoparque Mundial de la UNESCO de Villuercas-Ibores-Jara, en el sureste de la provincia de Cáceres, sus rocas y plegamientos nos sorprenden con un libro abierto de geología. Los caprichosos relieves apalachenses, pues son primos hermanos de los famosos Apalaches norteamericanos, juegan con ventaja sobre la mirada de quienes creen haberlo visto todo y se quedan boquiabiertos con una de las zonas naturales más extraordinarias y sorprendentes de la Península Ibérica. Pero, como en la última serie de escritos sobre carreteras paisajísticas de Cáceres, es hora de saborear sus verdades a través de una ruta pensada para ir hacia el Geoparque. Desde Conquista de la Sierra, en la comarca de Miajadas-Trujillo hasta Cañamero, pasando por otras localidades como Garciaz o Berzocana, el recorrido se adentra en dehesas, robledales, zonas de especial protección para las aves y restos prehistóricos de gran valor para golpearse de lleno con las emociones que provocan unos parajes de especial interés geológico que, por mucho que te los cuenten, no te los esperas.

La carretera paisajística hacia el Geoparque Mundial de la UNESCO deVilluercas-Ibores-Jara nace prácticamente bajo las ruinas de un palacio perteneciente a la familia Pizarro y termina sumergiéndose bajo los plegamientos apalachenses sobre los que se asienta un entorno capaz de hacer enmudecer a quien lo contempla. Agarramos bien fuerte el volante, aleccionados por el vuelo de buitres y rapaces, para sumergirnos en un universo de cabezas de cuarcita, abrigos de piedra con pinturas rupestres, pueblos mecidos por el son de las aguas y los cielos estrellados más limpios que nos podamos imaginar.

Carreteras paisajísticas de la provincia de Cáceres

Con el diseño, proyección y promoción de las carreteras paisajísticas de la provincia de Cáceres, la Diputación de Cáceres pretende dar valor a los recorridos por carreteras secundarias con un constatable valor paisajístico y cultural. De momento hay ocho recorridos señalizados donde se promueve el viajar sin prisa y la propia «carretera como elemento de valor paisajístico y medioambiental». Estas carreteras tocan comarcas como Sierra de Gata o de Las Hurdes, la Reservas de la Biosfera de Monfragüe o la Reserva Transfronteriza Tajo/Tejo Internacional, el Geoparque Mundial de la UNESCO de Villuercas-Ibores-Jara así como los valles del Jerte y el Ambroz, sin olvidar a la comarca de La Vera o a Tierras de Granadilla. Todas ellas forman parte de este conjunto de carreteras secundarias desde donde los visitantes, con sus propios vehículos, tienen la posibilidad de conectar con el fascinante entorno natural que les rodea. Y, por supuesto, tener estos recorridos a su disposición para planificar sus propios viajes dentro de la provincia de Cáceres.

Y hasta el momento os había narrado dos rutas en concreto:

Hoy es el turno de narrar otra carretera paisajística cacereña que atraviesa dehesas y robledales desde localidades de Miajadas-Trujillo como Conquista de la Sierra y Garciaz y se dirige a Berzocana y Cañamero, situados en las faldas de la sierra de las Villuercas y, por tanto, en pleno corazón del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara. Itinerario que comienzo a describir a continuación:

CARRETERA PAISAJÍSTICA DESDE CONQUISTA DE LA SIERRA HASTA EL GEOPARQUE MUNDIAL DE LA UNESCO DE VILLUERCAS-IBORES-JARA

Distancia a recorrer: 48,7 km.
Carreteras que forman parte de la ruta: CC-23.5, CC- 129, CC-22.4 y CC-21.1
Municipios principales que toca la carretera paisajística: Conquista de la Sierra – Garciaz – Berzocana – Cañamero.
Claves del recorrido: Un antiguo palacio de los Pizarro, dehesas y bosques de robles melojos, astroturismo, relieves apalachenses y otras formaciones de interés geológico, zonas de interés especial para las aves, arte rupestre, rutas de senderismo y piscinas naturales.
Mes de realización de la ruta: Noviembre de 2022.
Jornadas invertidos en la ruta: 1 día.
Más información en: www.turismocaceres.org y en www.geoparquevilluercas.es.
Relatos de otras carreteras paisajísticas de la provincia de Cáceres.

Se trata de una ruta que si la hacemos sin paradas, tardaríamos poco más de una hora. Pero debemos quitarnos la venda de los ojos y olvidarnos de las prisas. Al final, de todo lo que se puede hacer por aquí, nos faltarían horas o incluso días, para poder llevar a cabo una escapada estupenda por un área muy despoblada donde los buenos paisajes se te clavan en los ojos.

Algunas paradas esenciales dentro la carretera paisajística hacia el Geoparque.

Conquista de la Sierra

El punto de partida de la carretera paisajística al Geoparque (dirección oeste a este) tiene lugar en la localidad de Conquista de la Sierra. Este tranquilo pueblo de algo menos de doscientos habitantes situado a un escaso cuarto de hora en coche desde la villa monumental de Trujillo cuenta con un atractivo muy apreciado por los amantes de la Historia. Y es que dentro de su término municipal se hallan los restos del que fuera el palacio familiar de los Pizarro. Gonzalo Pizarro, hidalgo y militar, el padre de Francisco, Juan, Hernando y Gonzalo, todos ellos personajes esenciales en la conquista del Perú, tenía su Hacienda en la entonces conocida como La Zarza. Pero tras semejante linaje en estas tierras y el nacimiento del marquesado de la Conquista en honor a sus aventuras y desventuras en el Nuevo Mundo, el municipio cambió incluso de nombre pasándose a llamar de ese modo.

El Palacio, mandado construir por Hernando Pizarro y Francisca Pizarro Yupanqui, hija de Francisco Pizarro y descendiente de emperadores incas, se encuentra en evidente estado de ruina, destacando la fachada principal con el escudo familiar donde prevalece la figura de un oso.

Garciaz

Escasos 13 kilómetros separan Conquista de la Sierra del término municipal de Garciaz, pero durante la travesía a través de este paisaje adehesado conviene percatarse y observar la gran cantidad de robles melojos que se aferran a este entorno aparentemente humanizado donde el ganado se mueve libremente. A mitad de camino a la izquierda una pista de tierra sin señalizar lleva hasta la antigua ermita visigoda de Portera, en la lista roja del Patrimonio, con una fabulosa bóveda de cañón en herradura en la cual se utilizó material de la época romana (sillares, columnas, etc.).

Una vez llego a Garciaz veo rápidamente que por la iglesia dedicada a Santiago Apóstol descienden las calles como ríos sin agua. Por su empedrado se deslizan casonas solariegas como, por ejemplo, la de Diego Téllez, encomendero en México y que tras regresar a su hogar en 1540 se hizo construir su residencia. Ermitas como la de la Caridad imponen su presencia como contraste a los muros blanquecinos imperantes en el pueblo. Una vez se llega a la Plaza de España, el rollo o picota jurisdiccional recuerda la capacidad que Garciaz tuvo para ajusticiar a sus reos.

Abandono la localidad dejando a un lado el puente de los mártires (s. XVII).

A 3 kilómetros del pueblo dirección Berzocana (CC-129) la carretera paisajística alcanza la conocida como Cruz de los Gijos, donde, por un lado se indica que quienes transitamos por allí estamos en uno de los conocidos como «Caminos a Guadalupe» así como la existencia de un mirador de cielos estrellados que forma parte de la red «Miradores celestes» del proyecto «Extremadura, buenas noches» (web oficial extremadurabuenasnoches.com) cuyo objetivo es dar valor a los muchos destinos sin contaminación lumínica de la región. Escenarios óptimos para la práctica del astroturismo, ya sea a través de la mera observación de estrellas, planetas y otros fenómenos, o pudiendo disfrutar de las múltiples opciones que la fotografía nocturna permite por estos lares.

Desde aquí salen pistas forestales que llevan a las elevaciones de la Sierra Cabezas del Águila, la cual está considerada además como Zona Especial para Protección de las Aves (ZEPA) por su elevado valor ornitológico.

Berzocana

Dehesas, bosques y pliegues montañosos se abalanzan sobre el asfalto. Al igual que los buitres, muchos de ellos posados en la hierba mojada tras darse un festín y no tener demasiada prisa para servir como auténticos espías del cielo. Un comienzo inmejorable la entrada al Geoparque Mundial de la UNESCO de Villuercas-Ibores-Jara desde la puerta de Berzocana, uno de los pueblos más característicos que forman parte de la carretera paisajística.

Un puente de piedra de varios siglos sirve de preludio antes de alcanzar definitivamente este pueblo que, para muchos, sirve de base para estupendas rutas de senderismo por una de las áreas naturales más extraordinarias de toda Extremadura.

Antes de llevar a cabo una ruta a pie, me detengo en casco viejo de este municipio cacereño para hacerme con algo de avituallamiento y rendirle una visita al Centro de Interpretación de la Arqueología de Berzocana (entrada gratuita), pues han sido hasta el momento muy numerosos los hallazgos en la zona, bien nutrida de arte rupestre y restos tumularios donde destaca el descubrimiento de los conocidos como torques de oro. Y aunque los originales se exhiben en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid, se pueden ver copias de los mismos, así como otros muchos objetos de la época prehistórica o incluso romana.

Algunas rutas de senderismo desde Berzocana

En Berzocana la carretera paisajística toma auténticos tintes épicos. Es entonces cuando se entiende el apelativo de apalachense utilizado para definir la peculiar orografía del Geoparque, un museo al aire libre donde viajar al mismísimo origen de las montañas, pues hablamos de formaciones que superan de largo los trescientos millones de años. Así que, por un lado, está la capacidad de estudiar nuestro planeta a través de las grandes moles de cuarcita armoricana. Mientras que, para el común de los mortales, existe posibilidad de disfrutarlo sin más, de perdernos en una red de senderos bien señalizados a puntos de mayor o menor dificultad donde conectar con la naturaleza.

Una buena idea, por ejemplo, es dejar el vehículo en el aparcamiento que hay junto a la Casa Rural Finca de la Sierra y decidirse por alguno de los muchos caminos que se proponen. Muy fácil resulta llegar a los Canchos de la Sábanas y localizar pinturas rupestres dentro de los abrigos rocosos donde se refugiaban nuestros ancestros. Muy esquemáticas pero una prueba de que estos lugares llevan siendo habitados decenas de miles de años por quienes deslizaban su mundo manchando previamente sus dedos con óxido de hierro para realizar líneas, animales o incluso personas. Aunque para los visitantes más neófitos hay que tirar mucho de imaginación para poder interpretar qué es lo que nos cuentan esas paredes.

Otras opciones pasan por ir a la conocida como «Cabeza del Moro» o realizar una ruta circular que requiere más tiempo. Hay itinerarios de todo tipo entre ese mar de robles melojos o castaños que en otoño pintan las montañas. Cuando la niebla y las nubes bajas juguetean con las moles de cuarcita, las panorámicas son absolutamente arrebatadoras. Aunque el Geoparque lo merece en cualquier época del año. En verano podemos aprovechar sus piscinas naturales, en otoño y primavera los paisajes sobrecogen, mientras que en invierno el clima es más benigno que en otras zonas montañosas. Sin duda, no hay que perdérselo bajo ningún concepto.

Cañamero

La localidad de Cañamero marca el final de la carretera paisajística. No el del Geoparque o el de la comarca, pues a partir de aquí las posibilidades son casi infinitas (Cabañas del Castillo, Los Ibores, Deleitosa, etc.). Pero si nos ceñimos al propio Cañamero, el cual tiene un magistral emplazamiento, tampoco nos da para aburrirnos precisamente. ¿Qué podemos hacer aquí? Pues, por ejemplo, darse un chapuzón en el Charco de la Nutria, una inmensa piscina natural que aprovecha el curso del río para regalarnos un espacio onírico donde dedicarse únicamente a disfrutar.

Justo a pocos metros de dicha piscina natural (Cáceres tiene tanta playa o más como muchas regiones del litoral) hay una cueva con pinturas rupestres. Un lugar más accesible y sencillo de contemplar que los abrigos rocosos de Berzocana, pues se halla menos escondido.

También Cañamero cuenta con buenas opciones de enoturismo en las Bodegas Ruiz Torres, donde se realizan visita guiadas, catas y degustación de productos de la tierra. Y para quienes tengan ganas de explorar la zona, nada mejor que ir a consultar e informarse en el Centro de Recepción de Visitantes del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara (Pº de Extremadura, 6), el cual abre mañana y tarde. A partir de ahí el abanico es inmenso.

Ruta hacia Guadalupe

Y aunque la carretera paisajística hacia el Geoparque finaliza en Cañamero, en mi caso continué varios kilómetros más para visitar uno de mis pueblos preferidos de la provincia (y de España). Por supuesto, me estoy refiriendo a Guadalupe, y su fabuloso monasterio donde la talla de la Virgen de tez oscura lleva siglos recibiendo a peregrinos, entre ellos la mismísima Isabel la Católica, cuya devoción por su figura es sobradamente conocida. Un monumento Patrimonio de la Humanidad donde el gótico mudéjar se muestra de manera excelsa, además de ricos tesoros como los cuadros de Zurbarán que ornamentan la sacristía.

Hoy día además representa el corazón de una idea, «Caminos a Guadalupe» donde se promueven senderos históricos utilizados por los peregrinos venidos de distintos puntos de España (la vertiente más conocida es la que parte de Madrid, aunque también la de Toledo/Talavera resulta bastante atractiva).

Pico de las Villuercas

El final de mi viaje, el premio a cinco días recorriendo carreteras paisajísticas entre los Valles del Jerte y el Ambroz, entre La Vera y Cáparra o la recién descrita hacia el Geoparque, fue subir al Pico de las Villuercas (1603 metros) y gozar en solitario de unas vistas maravillosas de este espacio natural. Una mañana de las de nubes bajas para jugar con la cámara y quedarme con la boca abierta con los paisajes que me rodeaban. ¡Incluso se veía nítida la Sierra de Gredos con el pico Almanzor completamente despejado!

Lo he comentado en múltiples ocasiones pero insisto una vez más. Lo de la provincia de Cáceres es abusar.

Y hasta aquí una trilogía de relatos por carreteras paisajísticas cacereñas que darán mucho que hablar. Amantes de los roadtrips…. ¡Bienvenid@s a vuestra casa!